La vida de Luzius es un asco. Y por eso ha decidido terminar con ella saltando desde la azotea de su oficina en Londres.
Pero al final, cuando la gravedad hace su trabajo y acelera su cuerpo en dirección irremediable hacia el asfalto, Luzius desea vivir. Y momentos después se encuentra de pie, ileso y con La Muerte al lado.
-Yo debería estar muerto, ¿verdad? –le pregunta Luzius.
-Sí, y te juro que es la primera vez que me pasa algo así. Deberíamos hablar. –le contesta La Muerte.
A partir de aquel momento todos los deseos de Luzius se harán realidad. Dispondrá del poder de Dios en sus manos y de la compañía del famoso actor inglés John Cleese (La Muerte) para cumplir sus deseos y descubrir por qué está pasando todo aquello.
Una prostituta despechada, el Vaticano, una pitonisa resucitada, ángeles y el Diablo bailarán al son del ser más poderoso del universo en cuyas manos está el destino de la existencia misma.
Su nombre es Finend, Luzius Finend.
Y esta es la historia de cómo un día se encontró con Dios.
Pero al final, cuando la gravedad hace su trabajo y acelera su cuerpo en dirección irremediable hacia el asfalto, Luzius desea vivir. Y momentos después se encuentra de pie, ileso y con La Muerte al lado.
-Yo debería estar muerto, ¿verdad? –le pregunta Luzius.
-Sí, y te juro que es la primera vez que me pasa algo así. Deberíamos hablar. –le contesta La Muerte.
A partir de aquel momento todos los deseos de Luzius se harán realidad. Dispondrá del poder de Dios en sus manos y de la compañía del famoso actor inglés John Cleese (La Muerte) para cumplir sus deseos y descubrir por qué está pasando todo aquello.
Una prostituta despechada, el Vaticano, una pitonisa resucitada, ángeles y el Diablo bailarán al son del ser más poderoso del universo en cuyas manos está el destino de la existencia misma.
Su nombre es Finend, Luzius Finend.
Y esta es la historia de cómo un día se encontró con Dios.