Han pasado algunos años y Elena vuelve a Madrid, a la casa vacía de sus padres donde todo se encuentra igual, pero cubierto de una densa capa de polvo. Se convierte en su nuevo hogar, un refugio oscuro y sin vida en el que esconde su extraña belleza y aparente fragilidad. En el silencio de ese ambiente asfixiante, una llamada inesperada cambia su estado de ánimo, despertando unos oscuros instintos que hasta ese momento tenía olvidados.
Aurora y Casilda, amigas de la infancia, siguen allí. El reencuentro entre ellas hará que afloren todos los fantasmas del pasado, y Elena hará un viaje sin retorno, dando rienda suelta a su auténtica personalidad, fría y cruel, y a hacer cosas que la atormentan, a la vez que le causan un placer al que es incapaz de renunciar.
Aurora y Casilda, amigas de la infancia, siguen allí. El reencuentro entre ellas hará que afloren todos los fantasmas del pasado, y Elena hará un viaje sin retorno, dando rienda suelta a su auténtica personalidad, fría y cruel, y a hacer cosas que la atormentan, a la vez que le causan un placer al que es incapaz de renunciar.