En ocho breves relatos el futbol se transforma en parábola de la vida a partir del profundo significado de nuestros goles, fueras de lugar y tiros de penal. Estas reflexiones conducen, desde una perspectiva cristiana, a ideas fascinantes, a símiles interesantes entre el juego y la vida, y a un mejor entendimiento del ser humano y de la sociedad.
“El juego dura noventa minutos: lo único que importa es usar el tiempo de juego que ofrece la vida. Lo fundamental es no ser más pequeño que el instante que nos fue dado. Y si por cualquier cosa te encuentras en desventaja poco antes de que el partido termine, recuerda esto: tienes siempre oportunidad hasta el último minuto de juego. En ese último minuto el marcador de muchos partidos ha dado la vuelta. Por eso hay quien ha sido visto como vencedor por ochenta y nueve minutos y al final ha perdido. Y aquel otro, ese que se vislumbraba como el seguro perdedor, resulta campeón y es alzado en hombros. Dado que esto puede ocurrir, no debemos subestimar a ninguna persona, tampoco a nosotros mismos. No hay nadie que no tenga su tiempo y su hora.”
Sobre el autor:
Dietrich Heyde estudió teología y germanística. Realizó su vicariato en Bremen y en Jerusalén. Fue pastor en Bremen y en la isla de Hallig Hooge. Es autor de libros, artículos de prensa y cápsulas radiofónicas. El futbol lo ha acompañado desde su juventud.