Existen soluciones para intervenir y prevenir estos comportamientos. Sin embargo, es necesario que sean solicitadas por los entrenadores, los directivos de los clubes, las escuelas deportivas municipales, las asociaciones de padres, los ayuntamientos, y en todas aquellas entidades públicas y privadas que se responsabilizan de la iniciación deportiva.
Hay que tener en cuenta que el deporte se desarrolla en múltiples lugares. Y que la carrera de un deportista puede iniciarse en una escuela municipal, o en un reconocido club. Hay que diseñar e implantar programas de prevención para potenciar la deportividad, evitando así el desarrollo de conductas agresivas y violentas. Con ello estaremos potenciando el respeto, las normas, la cooperación, la amabilidad, el control de la agresividad, entre otros aspectos importantes de la educación.
Se han realizado trabajos donde se enfoca el deporte como el medio a través del cual los jóvenes sean capaces de canalizar la agresividad, así como de aprender de su entrenador (modelo) comportamientos adecuados que van a provocar que la incidencia de los actos agresivos sea menor. Esta última línea de trabajos es la que finalmente se planteará como posible vía de intervención en la prevención del comportamiento agresivo y violento en los jóvenes.
Por todo ello, a lo largo de este libro, intentaremos responder a los interrogantes que son la esencia en la comprensión de la conducta agresiva: ¿Qué favorece la conducta agresiva y antideportiva?, ¿Cómo podemos intervenir y prevenir estos comportamientos?
Hay que tener en cuenta que el deporte se desarrolla en múltiples lugares. Y que la carrera de un deportista puede iniciarse en una escuela municipal, o en un reconocido club. Hay que diseñar e implantar programas de prevención para potenciar la deportividad, evitando así el desarrollo de conductas agresivas y violentas. Con ello estaremos potenciando el respeto, las normas, la cooperación, la amabilidad, el control de la agresividad, entre otros aspectos importantes de la educación.
Se han realizado trabajos donde se enfoca el deporte como el medio a través del cual los jóvenes sean capaces de canalizar la agresividad, así como de aprender de su entrenador (modelo) comportamientos adecuados que van a provocar que la incidencia de los actos agresivos sea menor. Esta última línea de trabajos es la que finalmente se planteará como posible vía de intervención en la prevención del comportamiento agresivo y violento en los jóvenes.
Por todo ello, a lo largo de este libro, intentaremos responder a los interrogantes que son la esencia en la comprensión de la conducta agresiva: ¿Qué favorece la conducta agresiva y antideportiva?, ¿Cómo podemos intervenir y prevenir estos comportamientos?