Llegamos aquí después de un largo recorrido, a la conclusión de la idea originaria de establecer como puede sentirse el ser humano común frente a un mundo muy complejo en el cual no entiende, pero, asimismo, tratar de comprender que es una persona y subyacentemente alguna variante, modificación o cambio de la manera tradicional de como se llevan a cabo las sesiones de Mediación.
Hemos tocado algunos aspectos apenas del diario cotidiano cuya incidencia en el ser común es de tal magnitud, que este se siente asombrado primero por la cantidad e intensidad de las diversas turbulencias que lo rodean: Crisis políticas, económicas, de sistemas, crisis ecológicas totales, religiosas, de valores, de familia, crisis por no hacer uso del consumo sino abuso, etc., y angustiado, deprimido, asfixiado después, por no poder dar una respuesta adecuada a los miles de estímulos invasivos exteriores, le aumenta el miedo y el estrés permanente le provoca un disloque del buen funcionamiento orgánico de su propio cuerpo.
El sujeto trata de escapar pero esta entrampado, no encuentra solución en lo que mas le acucia, que lo inmediato y se vuelve mas violento, agregando su propia dosis de violencia cotidiana al inmenso mar de aguas alteradas que lo envuelven.
Si bien hemos espiado la dimensión de un pañuelito con diversos tópicos de la realidad exterior que trata en conjunto de aniquilar masivamente el futuro de las especies, la contraposición, o sea el contrapeso, es la realidad interior que actúa a manera de respuesta, es la única que puede neutralizar los embates de los estímulos exteriores corrosivos. Aunque existen varios síntomas que harían pensar lo contrario, tampoco creemos en el fin de la especie humana por ahora.
Hemos tocado algunos aspectos apenas del diario cotidiano cuya incidencia en el ser común es de tal magnitud, que este se siente asombrado primero por la cantidad e intensidad de las diversas turbulencias que lo rodean: Crisis políticas, económicas, de sistemas, crisis ecológicas totales, religiosas, de valores, de familia, crisis por no hacer uso del consumo sino abuso, etc., y angustiado, deprimido, asfixiado después, por no poder dar una respuesta adecuada a los miles de estímulos invasivos exteriores, le aumenta el miedo y el estrés permanente le provoca un disloque del buen funcionamiento orgánico de su propio cuerpo.
El sujeto trata de escapar pero esta entrampado, no encuentra solución en lo que mas le acucia, que lo inmediato y se vuelve mas violento, agregando su propia dosis de violencia cotidiana al inmenso mar de aguas alteradas que lo envuelven.
Si bien hemos espiado la dimensión de un pañuelito con diversos tópicos de la realidad exterior que trata en conjunto de aniquilar masivamente el futuro de las especies, la contraposición, o sea el contrapeso, es la realidad interior que actúa a manera de respuesta, es la única que puede neutralizar los embates de los estímulos exteriores corrosivos. Aunque existen varios síntomas que harían pensar lo contrario, tampoco creemos en el fin de la especie humana por ahora.