La acción se sitúa en 1994. Un capitán y un sargento 1º de la EZAPAC se ven obligados por una imprudencia a aceptar una comisión de servicio para instruir a los primeros voluntarios de la recién creada EADA. Para el primero es una oportunidad y su entorno familiar acaba aceptándolo, pero al segundo acaba costándole su matrimonio.
Uno de los voluntarios de la nueva unidad es Enric Vives, un joven barcelonés que acaba de quedarse sin trabajo y ve la oportunidad de cumplir su servicio militar de manera menos gravosa. Tampoco su entorno le apoya en su decisión, pero está decido a irse de casa.
Los tres hombres coinciden en la Base Aérea de Zaragoza y se enfrentan cada uno a distintos avatares a lo largo del período de instrucción: convivencia, soledad, esperanzas, presiones, amistad, aprendizaje, etc… Finalmente acaba la instrucción y cada uno afronta su futuro respecto a la unidad de una manera. Para el capitán Pereira es una oportunidad a largo plazo, para el sargento 1º Navarro es un exilio voluntario al no tener un hogar al que volver y para el ahora soldado Vives es un camino de experiencias desconocidas, algunas desconcertantes.
Al cabo de unos meses llega una misión y Navarro y Vives son desplegados como parte del Destacamento Ícaro en Aviano. Allí se suceden los días con sus servicios hasta que Vives tiene que afrontar su primera acción real, una arriesgada evacuación sanitaria en Sarajevo. Sus experiencias en el ejército y el consejo de Navarro van formando en él una percepción más madura y realista que le hace superar su aislamiento.
Uno de los voluntarios de la nueva unidad es Enric Vives, un joven barcelonés que acaba de quedarse sin trabajo y ve la oportunidad de cumplir su servicio militar de manera menos gravosa. Tampoco su entorno le apoya en su decisión, pero está decido a irse de casa.
Los tres hombres coinciden en la Base Aérea de Zaragoza y se enfrentan cada uno a distintos avatares a lo largo del período de instrucción: convivencia, soledad, esperanzas, presiones, amistad, aprendizaje, etc… Finalmente acaba la instrucción y cada uno afronta su futuro respecto a la unidad de una manera. Para el capitán Pereira es una oportunidad a largo plazo, para el sargento 1º Navarro es un exilio voluntario al no tener un hogar al que volver y para el ahora soldado Vives es un camino de experiencias desconocidas, algunas desconcertantes.
Al cabo de unos meses llega una misión y Navarro y Vives son desplegados como parte del Destacamento Ícaro en Aviano. Allí se suceden los días con sus servicios hasta que Vives tiene que afrontar su primera acción real, una arriesgada evacuación sanitaria en Sarajevo. Sus experiencias en el ejército y el consejo de Navarro van formando en él una percepción más madura y realista que le hace superar su aislamiento.