Estrategias para un Gobierno Competitivo es una guía práctica para lograr la administración pública de Calidad. Está basado en una experiencia exitosa. Resume los valores, conceptos y herramientas más relevantes para lograr el cambio de sistema.
El libro lleva de la mano al lector para entender la importancia de esta reforma, las variables claves, la estrategia y las herramientas más útiles.
Cada día es más urgente la necesidad de crear gobiernos competitivos, enfocados a la satisfacción del cliente y la eficiencia de los servicios; gobiernos ágiles, eficientes y efectivos para contribuir al desarrollo del país y el bienestar de la población.
La reforma administrativa es una reforma pendiente en la mayoría de los gobiernos latinoamericanos. La inseguridad, la recurrencia de las crisis, la desigualdad social y la corrupción son algunos de sus síntomas más visibles, pero quizá el más claro es la gran insatisfacción de los ciudadanos con el gobierno y con el sistema político en general.
Hemos confundido democracia con buen gobierno, no es lo mismo. Para lograrlo, es necesario un ciudadano informado que evalúe continuamente las políticas y los servicios de gobierno. Requerimos asimismo, de funcionarios que tengan el conocimiento y la libertad de mejorar el sistema. Esa es la intención del libro, que ambos, ciudadanos y funcionarios, puedan encontrar un objetivo común y tengan a la mano una guía para lograrlo.
El libro lleva de la mano al lector para entender la importancia de esta reforma, las variables claves, la estrategia y las herramientas más útiles.
Cada día es más urgente la necesidad de crear gobiernos competitivos, enfocados a la satisfacción del cliente y la eficiencia de los servicios; gobiernos ágiles, eficientes y efectivos para contribuir al desarrollo del país y el bienestar de la población.
La reforma administrativa es una reforma pendiente en la mayoría de los gobiernos latinoamericanos. La inseguridad, la recurrencia de las crisis, la desigualdad social y la corrupción son algunos de sus síntomas más visibles, pero quizá el más claro es la gran insatisfacción de los ciudadanos con el gobierno y con el sistema político en general.
Hemos confundido democracia con buen gobierno, no es lo mismo. Para lograrlo, es necesario un ciudadano informado que evalúe continuamente las políticas y los servicios de gobierno. Requerimos asimismo, de funcionarios que tengan el conocimiento y la libertad de mejorar el sistema. Esa es la intención del libro, que ambos, ciudadanos y funcionarios, puedan encontrar un objetivo común y tengan a la mano una guía para lograrlo.