Yo, Ana, ya era una mujer de éxito. Dirigía un restaurante de “cinco tenedores”, donde el cubierto costaba una fortuna y todo el mundo vestía de etiqueta. Era un trabajo con prestigio, relativamente sencillo una vez todo estaba bajo control, y que me permitía vivir muy por encima de la media, al menos a nivel económico.
Pero cuando conozco a John Carrera todo se desploma. Un hombre alto, con sus casi metro noventa de altura. Hombros anchos, asumibles abdominales bajo la camisa, y una media sonrisa de creerse un león en un mundo de ovejas. Cenó con el otro jefazo de no me acuerdo qué empresa, y ahí quedó todo. O no.
John no tardó en pedirme otro cubierto para mi día libre, pidiéndome que fuese su compañera durante la cena. Apenas me conocía, pero supuse que solo quería meterse entre mis piernas. ¿Entre nosotros? Acepté. John era el candidato perfecto para darme un capricho así.
El problema, cuando acostarme con John comienza a convertirse en una rutina. Cada Sábado por la noche en el mismo hotel. Hasta que poco a poco la atracción entre nosotros comienza a dejar de ser “simplemente” sexual, y él poco a poco comienza a cambiar su visión del mundo…
Y el mundo comienza a convertirse en un sitio donde la gente no necesita trabajar para vivir, donde respetar la “etiqueta social” es algo opcional, y donde definitivamente, John y Ana son totalmente libres para forjar su vida como ellos quieran.
Advertencia: Un romance con abundantes dosis de erótica explícita, dirigido a un público maduro, donde el sexo es “sólo” un puente.
Pero cuando conozco a John Carrera todo se desploma. Un hombre alto, con sus casi metro noventa de altura. Hombros anchos, asumibles abdominales bajo la camisa, y una media sonrisa de creerse un león en un mundo de ovejas. Cenó con el otro jefazo de no me acuerdo qué empresa, y ahí quedó todo. O no.
John no tardó en pedirme otro cubierto para mi día libre, pidiéndome que fuese su compañera durante la cena. Apenas me conocía, pero supuse que solo quería meterse entre mis piernas. ¿Entre nosotros? Acepté. John era el candidato perfecto para darme un capricho así.
El problema, cuando acostarme con John comienza a convertirse en una rutina. Cada Sábado por la noche en el mismo hotel. Hasta que poco a poco la atracción entre nosotros comienza a dejar de ser “simplemente” sexual, y él poco a poco comienza a cambiar su visión del mundo…
Y el mundo comienza a convertirse en un sitio donde la gente no necesita trabajar para vivir, donde respetar la “etiqueta social” es algo opcional, y donde definitivamente, John y Ana son totalmente libres para forjar su vida como ellos quieran.
Advertencia: Un romance con abundantes dosis de erótica explícita, dirigido a un público maduro, donde el sexo es “sólo” un puente.