Siempre he sido la típica “chica buena”. La ciudadana modelo. La hija ejemplar. He sido todo lo que la sociedad ha querido que fuese, y hasta hace poco, aquí estaba yo, sonriendo mientras me consumía por dentro, anegada en un mundo gris que solo quiere consumirte.
Y entonces llegó Felipe.
Ana dejó de ser Ana. Yo dejé de ser yo. Mi vacía vida como oficinista dejó de ser relevante. Felipe estaba ahí, sentado como si la oficina le perteneciese. Como si aquel fuese su territorio. Alfa, alto, imponente, arrebatadoramente atractivo y, desde luego, con aspecto de haberse comido el mundo.
Y entonces, oh, entonces empezó lo bueno… el pequeño de Ana, mi pequeño mundo, comenzó a expandirse. Dominación, sumisión, shibari, amarres, y, en fin, todo un mundo de luces, sombras y color que convirtió el pequeño mundo gris de Ana, mi pequeño mundo, en algo que de verdad merecía la pena.
Advertencia: Una novela romántica con contenido explícito dirigido a una audiencia madura. Se advierte que incluye contenido relacionado con el BDSM: Dominación, sumisión, shibari, y otras prácticas “del gremio”.
Y entonces llegó Felipe.
Ana dejó de ser Ana. Yo dejé de ser yo. Mi vacía vida como oficinista dejó de ser relevante. Felipe estaba ahí, sentado como si la oficina le perteneciese. Como si aquel fuese su territorio. Alfa, alto, imponente, arrebatadoramente atractivo y, desde luego, con aspecto de haberse comido el mundo.
Y entonces, oh, entonces empezó lo bueno… el pequeño de Ana, mi pequeño mundo, comenzó a expandirse. Dominación, sumisión, shibari, amarres, y, en fin, todo un mundo de luces, sombras y color que convirtió el pequeño mundo gris de Ana, mi pequeño mundo, en algo que de verdad merecía la pena.
Advertencia: Una novela romántica con contenido explícito dirigido a una audiencia madura. Se advierte que incluye contenido relacionado con el BDSM: Dominación, sumisión, shibari, y otras prácticas “del gremio”.