Carmen tardó treinta años en construirse. Se buscó, se encontró y se convirtió en todo aquello que soñaba. Dirigía una empresa de éxito, tenía los mejores amigos del mundo y estaba deseando ser madre. La vida le sonreía desde el otro lado de su almohada. Porque la vida era él. Gonzalo. Su amigo, su compañero de vida, su amor. Se enamoraron cuando no levantaban dos palmos del suelo, y nada podría separarlos. Jamás.
Carmen tardó seis horas en destruirse. Solo necesitó una botella de whisky y una habitación de hotel. El mundo saltó por los aires, y ella se dejó engullir por el vacío.
Carmen no sabe si podrá reconstruirse. Ni si querrá hacerlo. En un periplo que la llevará por las ciudades en las que todo el mundo sueña vivir, ella deberá buscar el valor para sobrevivir.
A todo pecado le sigue una penitencia, pero solo algunos encuentran la capacidad de expiar sus culpas y resucitar de entre los emocionalmente muertos.
Carmen tardó seis horas en destruirse. Solo necesitó una botella de whisky y una habitación de hotel. El mundo saltó por los aires, y ella se dejó engullir por el vacío.
Carmen no sabe si podrá reconstruirse. Ni si querrá hacerlo. En un periplo que la llevará por las ciudades en las que todo el mundo sueña vivir, ella deberá buscar el valor para sobrevivir.
A todo pecado le sigue una penitencia, pero solo algunos encuentran la capacidad de expiar sus culpas y resucitar de entre los emocionalmente muertos.