Nueva obra de la autora de DESEADA, ebook bestseller en erótica.
Advertencia: "Pillada in fraganti" tiene un alto contenido de escenas de sexo y de dominación. Es la recopilación de los cuatro volúmenes de la serie Pillada in fraganti: La detective, la clienta, el asesino, la venganza.
Sinopsis:
Malena trabaja como detective en Barcelona y se ve envuelta en una trama de corrupción donde una de las víctimas es alguien a quien conoce demasiado bien.
Dylan es un policía que está llevando a cabo una venganza a sangre fría y que se siente atraído por la detective que intenta capturarlo.
Suspense, acción y sexo en una novela donde ninguno de los dos protagonistas imagina hasta donde el deseo de venganza les puede hacer llegar.
Extractos:
"Bajó sus manos hasta la cintura por encima del vestido. No encontró nada. La prenda, por el tacto y su manera de pegarse a la piel de la joven, parecía llevar un elevado porcentaje de licra. Cachearla a través de esa tela elástica era perturbador; pues no ocultaba nada del cuerpo de Ana, más bien lo realzaba. Era como si en vez de ser un policía trabajando fuera un voyeur que disfrutara del tacto robado de una mujer que no era la suya. Su respiración se agitó y tuvo que concentrarse para devolverla a un ritmo normal. Dejó sus palmas apoyadas en la estrecha cintura de la joven mientras se calmaba y, después, la rodeó. Sintió contra sus dedos un delicioso y firme estómago plano femenino, con las abdominales forzadas por la postura y no pudo evitar usar toda la mano y dejarla allí inmóvil unos instantes, para sentir cómo se agitaba el vientre de la mujer a causa de su propia respiración alterada. A continuación, comenzó a ascender hacia sus pechos, un lugar donde era demasiado sencillo esconder tanto una pequeña arma blanca como un poco de droga.
Demoró sus dedos justo al entrar en contacto, a través de la ajustada tela del vestido, con el aro del sujetador. Todavía no había rozado esos pechos, esos que no podía ver pues sus ojos estaban fijos en la pareja de la joven, en ese niñato que iba drogado y que no dejaba de realizar pequeños movimientos nerviosos como si estuviera a punto de separarse del coche. Una pena que se estuviera perdiendo el registro...
—Tú, gira la cabeza y observa.
—¿Señor? —No separó la frente del coche.
—Que gires la puta cabeza y mires".
“Sus palabras de bienvenida se quedaron en su boca cuando ella, sin quitarse las botas, se subió a la cama para tomar sus labios en un beso profundo y avasallador.
Su amante estaba arrodillado sobre las sábanas, con su delicioso trasero apoyado contra sus talones. Mientras le besaba, dejó escapar un sonido gutural de deleite y llevó su mano libre a ese culo, apretándolo con fuerza, dejando que sus dedos chocaran contra la increíble dureza de sus prietos músculos.
¡Señor!
No le amaba, tan solo le caía bien. Pero cómo la ponía ese trasero tan bien formado. Y esa polla siempre dispuesta para ella”.
"Meritxell separó sus labios con cierta reticencia de la dura erección del hombre que estaba usando como mesa. Se apartó y agarró la almohada de la cama, la cual dobló y colocó bajo la cabeza de su mueble particular. Porque quería que él pudiera verla. Entonces, dio un paso atrás y, de pie, llevó sus manos a los cierres delanteros de su corpiño, los cuales soltó uno a uno hasta que la prenda roja quedó colgando de sus dedos. La tiró. La dejó caer al suelo mientras ella alzaba las manos por encima de su cabeza, mostrándole sus pechos erguidos en todo su esplendor. Así, vestida tan solo con su braguita con abertura, sus medias y su liguero, colocó una pierna a cada lado de las de Manu y dejó que su coño rozara su glande. Para, a continuación, apoyar sus manos en la cama, dejar que sus senos cayeran sobre su novio y, sin llegar a tocarle, arquear su cabeza hacia detrás y comenzar a menear las caderas. Su sexo, el borde rojo de sus bragas abiertas, jugaban con la parte más sensible de su miembro a cada deliberadamente exagerado con
Advertencia: "Pillada in fraganti" tiene un alto contenido de escenas de sexo y de dominación. Es la recopilación de los cuatro volúmenes de la serie Pillada in fraganti: La detective, la clienta, el asesino, la venganza.
Sinopsis:
Malena trabaja como detective en Barcelona y se ve envuelta en una trama de corrupción donde una de las víctimas es alguien a quien conoce demasiado bien.
Dylan es un policía que está llevando a cabo una venganza a sangre fría y que se siente atraído por la detective que intenta capturarlo.
Suspense, acción y sexo en una novela donde ninguno de los dos protagonistas imagina hasta donde el deseo de venganza les puede hacer llegar.
Extractos:
"Bajó sus manos hasta la cintura por encima del vestido. No encontró nada. La prenda, por el tacto y su manera de pegarse a la piel de la joven, parecía llevar un elevado porcentaje de licra. Cachearla a través de esa tela elástica era perturbador; pues no ocultaba nada del cuerpo de Ana, más bien lo realzaba. Era como si en vez de ser un policía trabajando fuera un voyeur que disfrutara del tacto robado de una mujer que no era la suya. Su respiración se agitó y tuvo que concentrarse para devolverla a un ritmo normal. Dejó sus palmas apoyadas en la estrecha cintura de la joven mientras se calmaba y, después, la rodeó. Sintió contra sus dedos un delicioso y firme estómago plano femenino, con las abdominales forzadas por la postura y no pudo evitar usar toda la mano y dejarla allí inmóvil unos instantes, para sentir cómo se agitaba el vientre de la mujer a causa de su propia respiración alterada. A continuación, comenzó a ascender hacia sus pechos, un lugar donde era demasiado sencillo esconder tanto una pequeña arma blanca como un poco de droga.
Demoró sus dedos justo al entrar en contacto, a través de la ajustada tela del vestido, con el aro del sujetador. Todavía no había rozado esos pechos, esos que no podía ver pues sus ojos estaban fijos en la pareja de la joven, en ese niñato que iba drogado y que no dejaba de realizar pequeños movimientos nerviosos como si estuviera a punto de separarse del coche. Una pena que se estuviera perdiendo el registro...
—Tú, gira la cabeza y observa.
—¿Señor? —No separó la frente del coche.
—Que gires la puta cabeza y mires".
“Sus palabras de bienvenida se quedaron en su boca cuando ella, sin quitarse las botas, se subió a la cama para tomar sus labios en un beso profundo y avasallador.
Su amante estaba arrodillado sobre las sábanas, con su delicioso trasero apoyado contra sus talones. Mientras le besaba, dejó escapar un sonido gutural de deleite y llevó su mano libre a ese culo, apretándolo con fuerza, dejando que sus dedos chocaran contra la increíble dureza de sus prietos músculos.
¡Señor!
No le amaba, tan solo le caía bien. Pero cómo la ponía ese trasero tan bien formado. Y esa polla siempre dispuesta para ella”.
"Meritxell separó sus labios con cierta reticencia de la dura erección del hombre que estaba usando como mesa. Se apartó y agarró la almohada de la cama, la cual dobló y colocó bajo la cabeza de su mueble particular. Porque quería que él pudiera verla. Entonces, dio un paso atrás y, de pie, llevó sus manos a los cierres delanteros de su corpiño, los cuales soltó uno a uno hasta que la prenda roja quedó colgando de sus dedos. La tiró. La dejó caer al suelo mientras ella alzaba las manos por encima de su cabeza, mostrándole sus pechos erguidos en todo su esplendor. Así, vestida tan solo con su braguita con abertura, sus medias y su liguero, colocó una pierna a cada lado de las de Manu y dejó que su coño rozara su glande. Para, a continuación, apoyar sus manos en la cama, dejar que sus senos cayeran sobre su novio y, sin llegar a tocarle, arquear su cabeza hacia detrás y comenzar a menear las caderas. Su sexo, el borde rojo de sus bragas abiertas, jugaban con la parte más sensible de su miembro a cada deliberadamente exagerado con