Sandy Durmmond, la prostituta canaria residente en Miami, nos ofrece un nuevo relato de sus experiencias en la sumisión y el sexo extremo. En este largo relato, Sandy se encuentra de nuevo con Verónika, la fascinante estrella de Hollywood, que la someterá, en compañía de otros actores de cine, a las más aberrantes prácticas sexuales.
Si en el anterior libro («Más allá de la sumisión en Hollywood») Sandy era el objeto central de la orgía de Acción de Gracias del pervertido grupo de actores de Hollywood que lidera Verónika, en este la degradación y el capricho de Verónika la llevarán a convertirse en vaca lechera para ser ordeñada cada mañana. Para ello le administran domperidona, el medicamento que hace subir la leche a sus exuberantes pechos. De vaca de ordeño pasará a ponygirl y después a perra de placer de los mastines del marido de Verónika. Una deshumanización completa que ella lleva con placer.
En el relato, Sandy alterna este episodio con el de sus experiencias adolescentes en una narración descarnada y sin tapujos. Les recuerdo que no se trata de una novela ni de ficción. Las experiencias de Sandy Durmmond son reales, vividas a lo largo de una existencia dedicada a la sumisión, la humillación completa y al placer de los sucesivos amos que ha tenido hasta el actual, su marido, un abogado de renombre que vive en Madrid pero que no duda en alquilarla para trabajos de sexo extremo brutal. (Advertencia: se trata de un relato de gran crudeza sexual y de BDSM que puede afectar la sensibilidad de las almas cándidas. Al final del texto, Sandy ofrece su correo electrónico para que los lectores puedan comunicarse con ella si lo desean)
Si en el anterior libro («Más allá de la sumisión en Hollywood») Sandy era el objeto central de la orgía de Acción de Gracias del pervertido grupo de actores de Hollywood que lidera Verónika, en este la degradación y el capricho de Verónika la llevarán a convertirse en vaca lechera para ser ordeñada cada mañana. Para ello le administran domperidona, el medicamento que hace subir la leche a sus exuberantes pechos. De vaca de ordeño pasará a ponygirl y después a perra de placer de los mastines del marido de Verónika. Una deshumanización completa que ella lleva con placer.
En el relato, Sandy alterna este episodio con el de sus experiencias adolescentes en una narración descarnada y sin tapujos. Les recuerdo que no se trata de una novela ni de ficción. Las experiencias de Sandy Durmmond son reales, vividas a lo largo de una existencia dedicada a la sumisión, la humillación completa y al placer de los sucesivos amos que ha tenido hasta el actual, su marido, un abogado de renombre que vive en Madrid pero que no duda en alquilarla para trabajos de sexo extremo brutal. (Advertencia: se trata de un relato de gran crudeza sexual y de BDSM que puede afectar la sensibilidad de las almas cándidas. Al final del texto, Sandy ofrece su correo electrónico para que los lectores puedan comunicarse con ella si lo desean)