Heather tiene planeado casarse con el hombre de sus sueños y todo está listo para el gran día, excepto ella. Desde los siete años, Heather sufre de miedo a la intimidad, hacienda que esté muy asustada de su noche de boda. Ella no quiere vivir con miedo, aunque en su desesperación, acepta la oferta de un hombre que conoció por internet, solo para dares cuenta de que su tratamiento será poco convencional, y además, supera cualquier cosa que se haya imaginado. Una buena dosis de placer podría ser la sencilla cura.
Ésta es una historia erótica explícita de aproximadamente 5.800 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está dirigida solo a adultos que están interesados en este tipo de material para su consume en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
Su pregunta sacudió a Heather del hechizo que había puesto sobre ella al tiempo que dio un paso hacia la chica, la cual recordó respirar. Dio un paso hacia atrás, las rodillas y las manos le temblaban mientras sentía que de él emanaba una masculinidad pura y poderosa.
¿Qué clase de hombre era?
Se detuvo. “Lo siento. Olvidé que no te gusta estar cerca de los hombres. No te preocupes. En este momento no me acercaré a ti. Aún desde aquí, puedo ver lo hermosa que eres.”
Sonrió, mostrando una hilera perfecta de blancos dientes. Era una sonrisa atractiva y Heather no podía evitarlo, le recordaba a un lobo mostrando sus colmillos.
Era un hombre peligroso.
Ésta es una historia erótica explícita de aproximadamente 5.800 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está dirigida solo a adultos que están interesados en este tipo de material para su consume en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
Su pregunta sacudió a Heather del hechizo que había puesto sobre ella al tiempo que dio un paso hacia la chica, la cual recordó respirar. Dio un paso hacia atrás, las rodillas y las manos le temblaban mientras sentía que de él emanaba una masculinidad pura y poderosa.
¿Qué clase de hombre era?
Se detuvo. “Lo siento. Olvidé que no te gusta estar cerca de los hombres. No te preocupes. En este momento no me acercaré a ti. Aún desde aquí, puedo ver lo hermosa que eres.”
Sonrió, mostrando una hilera perfecta de blancos dientes. Era una sonrisa atractiva y Heather no podía evitarlo, le recordaba a un lobo mostrando sus colmillos.
Era un hombre peligroso.