Cada uno de nosotros es único, pero todos tenemos en la mente un espacio de incertidumbre donde esperan latentes, las pasiones secretas. A veces, el despertador suena y la sorpresa supera las expectativas. La educación y las circunstancias dirigen la vida hacia un destino predeterminado que no tiene por qué coincidir con los sueños.
Esta historia describe la metamorfosis de Susana, víctima de una severa educación religiosa y de unas inoportunas chancletas que al cruzarse en su camino rompen su futuro. Su nuevo estatus de divorciada la empuja hacia destinos indómitos. Ni en su peor pesadilla se hubiera imaginado disfrutando en un chat de sexo. El sarcasmo es la espada de la que se vale la protagonista para derrotar a sus demonios. La narración, fluida y trepidante, impacta en las emociones y pone a prueba la inteligencia. Las mentes abiertas disfrutaran del paisaje, mientras que las obtusas se ofuscarán con los detalles del camino. No es una novela de amor, ni de sexo, ni de humor; es la vida misma llevada al papel con toda su crudeza e ironía. Una invitación a la reflexión sobre los deseos prohibidos, intuiciones y preguntas que flotan en nuestra imaginación, pero que ninguno nos atrevemos a confesar.
Esta historia describe la metamorfosis de Susana, víctima de una severa educación religiosa y de unas inoportunas chancletas que al cruzarse en su camino rompen su futuro. Su nuevo estatus de divorciada la empuja hacia destinos indómitos. Ni en su peor pesadilla se hubiera imaginado disfrutando en un chat de sexo. El sarcasmo es la espada de la que se vale la protagonista para derrotar a sus demonios. La narración, fluida y trepidante, impacta en las emociones y pone a prueba la inteligencia. Las mentes abiertas disfrutaran del paisaje, mientras que las obtusas se ofuscarán con los detalles del camino. No es una novela de amor, ni de sexo, ni de humor; es la vida misma llevada al papel con toda su crudeza e ironía. Una invitación a la reflexión sobre los deseos prohibidos, intuiciones y preguntas que flotan en nuestra imaginación, pero que ninguno nos atrevemos a confesar.