-¿No pensarás ducharte con ropa, no?-me preguntó Ruth.
-Ni sin ropa. Perdón, me he equivocado, pensaba que...
-Desnúdate del todo-me ordenó.
-¿Por... por qué no me ha dicho que no era Sandra?
-Ya te he visto desnudo una vez, no sé por qué te entra tanta vergüenza de repente-dijo ignorándome.
-Yo no tengo vergüenza. Bueno, sí, pero...
Ruth volvió a cerrar el grifo, esta vez definitivamente. La bañera ya se había llenado bastante como para cubrir a alguien.
-Ven, todavía está calentita.
Ella entonces salió, apoyándose en mi hombro para no resbalarse.
-Si lo he preparado para ti, tonto.
-Ni sin ropa. Perdón, me he equivocado, pensaba que...
-Desnúdate del todo-me ordenó.
-¿Por... por qué no me ha dicho que no era Sandra?
-Ya te he visto desnudo una vez, no sé por qué te entra tanta vergüenza de repente-dijo ignorándome.
-Yo no tengo vergüenza. Bueno, sí, pero...
Ruth volvió a cerrar el grifo, esta vez definitivamente. La bañera ya se había llenado bastante como para cubrir a alguien.
-Ven, todavía está calentita.
Ella entonces salió, apoyándose en mi hombro para no resbalarse.
-Si lo he preparado para ti, tonto.