Alex es una camarera en un costoso club, uno de esos sitios donde sólo atienden a la élite de la élite. La mayor parte de sus clientes son rudos, hombres mezquinos que la hacen sentir como un objeto en el tonto traje que la obligan a usar. Pero hay un cliente, un caballero que siempre es amable y siempre le deja generosas propinas, Joshua Hawthorne. Desafortunadamente, es también el último cliente que ella atiende, pues es despedida al derramarle una botella de quinientos dólares encima. Preocupada por su futuro, Alex camina hacia su casa sólo para encontrarse a Joshua en su Audi R8. Le ofrece llevarla a casa y ella no puede negarse Pero cuando procede a seducirla ella se preguntará cuáles son sus intenciones. Después de todo, una vez quemada…
Ésta es una historia erótica explícita corta de aproximadamente 5.050 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está destinada sólo a adultos interesados en este tipo de material para su consumo en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
Él asintió, con sus ojos moviéndose por su rostro por un largo segundo. “Lo decía en serio cuando dije que no muerdo. No tienes que estar asustada de mí.”
Alex dio un ligerísimo paso atrás. “Yo sólo…esto es un poco extraño, sabes.”
“¿Qué? ¿Estar en mi casa?”
“Si.” Ella trató de sonreír, pero falló. “Tú eres…bueno, tú eres tú y yo soy solo una camarera.”
“Eres más que una camarera.” Él se acercó a ella. “
“E hiciste ese horrible club aceptable.”
“¿No te gusta el club?”
“Lo odio.”
“Entonces ¿Por qué vas allá tan seguido?”
Él levantó una ceja. “Porque tú estás allí.”
Ésta es una historia erótica explícita corta de aproximadamente 5.050 palabras. Contiene lenguaje gráfico y temas sexuales. Está destinada sólo a adultos interesados en este tipo de material para su consumo en jurisdicciones donde su venta y disfrute no violan leyes locales.
Extracto:
Él asintió, con sus ojos moviéndose por su rostro por un largo segundo. “Lo decía en serio cuando dije que no muerdo. No tienes que estar asustada de mí.”
Alex dio un ligerísimo paso atrás. “Yo sólo…esto es un poco extraño, sabes.”
“¿Qué? ¿Estar en mi casa?”
“Si.” Ella trató de sonreír, pero falló. “Tú eres…bueno, tú eres tú y yo soy solo una camarera.”
“Eres más que una camarera.” Él se acercó a ella. “
“E hiciste ese horrible club aceptable.”
“¿No te gusta el club?”
“Lo odio.”
“Entonces ¿Por qué vas allá tan seguido?”
Él levantó una ceja. “Porque tú estás allí.”