Afirman los sabios que la sorpresa y lo cotidiano siempre aguardan a la vuelta de la esquina.
Impelida por los absurdos requerimientos de la burocracia, Bruna viaja hasta un pueblecito perdido del interior. Lo que sólo iba a ser una rápida y aburrida visita, se convierte en una intensa y sicalíptica aventura.
En el pueblo, junto al bosque sin nombre, Bruna se verá atrapada sin remedio por sucesos que están fuera de su alcance; y por la gente que los provoca.
La proximidad con la naturaleza ha puesto a los lugareños en íntimo contacto con sus más retorcidos deseos, con sus más oscuras pasiones; o quizá con arcanos secretos de los que sólo unos pocos son los únicos depositarios.
Un dueño de hostal de costumbres rijosas, un atractivo gerente de gasolinera, una druidesa, un doctor en la sombra, una veterinaria fogosa, dos hermanos violentos e incestuosos y un sacerdote amante de sus feligresas, son algunos de los personajes con los que Bruna tendrá que lidiar en su estancia en el pueblecito.
Con algunos de ellos conseguirá hacer buenas migas, aunque otros llegarán incluso a comprometer la integridad física de la protagonista.
Para sobrevivir entre ellos, y sacar el mejor partido, Bruna no tendrá más remedio que utilizar sus mejores armas: una mente abierta y una inagotable energía sexual.
Impelida por los absurdos requerimientos de la burocracia, Bruna viaja hasta un pueblecito perdido del interior. Lo que sólo iba a ser una rápida y aburrida visita, se convierte en una intensa y sicalíptica aventura.
En el pueblo, junto al bosque sin nombre, Bruna se verá atrapada sin remedio por sucesos que están fuera de su alcance; y por la gente que los provoca.
La proximidad con la naturaleza ha puesto a los lugareños en íntimo contacto con sus más retorcidos deseos, con sus más oscuras pasiones; o quizá con arcanos secretos de los que sólo unos pocos son los únicos depositarios.
Un dueño de hostal de costumbres rijosas, un atractivo gerente de gasolinera, una druidesa, un doctor en la sombra, una veterinaria fogosa, dos hermanos violentos e incestuosos y un sacerdote amante de sus feligresas, son algunos de los personajes con los que Bruna tendrá que lidiar en su estancia en el pueblecito.
Con algunos de ellos conseguirá hacer buenas migas, aunque otros llegarán incluso a comprometer la integridad física de la protagonista.
Para sobrevivir entre ellos, y sacar el mejor partido, Bruna no tendrá más remedio que utilizar sus mejores armas: una mente abierta y una inagotable energía sexual.