Madrid, abril de 1808. Mientras sus pobladores asisten atónitos a la lenta e inexorable toma de poder que desarrolla Napoleón sobre la Corona de España, una serie de crímenes sacude la vida de los madrileños.
Beltrán Ramírez, alguacil mayor de la Casa y Corte, trata de resolverlos luchando contra una maraña de pistas aparentemente inconexas y dispares. Y, al tiempo, se debe enfrentar al rescate de unos documentos celosamente escondidos en el Monasterio de El Escorial que, caso de hacerse públicos, pondrían en entredicho el prestigio de los Borbones.
El pueblo se siente desasistido ante la presencia y los frecuentes abusos de las tropas extranjeras que dominan la villa. El clima ciudadano se enrancia y pudre alimentado por el fuego del miedo, el orgullo herido y la rabia. Sobreviene el levantamiento ciudadano, y la llama de la rebelión prende por toda España, complicando el desarrollo de las investigaciones del alguacil…
Junto a la trama policiaca, la novela reflota ciertos hechos que, por vergüenza y voluntario olvido, los españoles hundimos en lo más oscuro de nuestra memoria histórica. No todo fue patriotismo sano y enfrentamiento gallardo contra el invasor, y algunos sucumbieron a la tentación del cuanto peor, mejor.
Beltrán Ramírez, alguacil mayor de la Casa y Corte, trata de resolverlos luchando contra una maraña de pistas aparentemente inconexas y dispares. Y, al tiempo, se debe enfrentar al rescate de unos documentos celosamente escondidos en el Monasterio de El Escorial que, caso de hacerse públicos, pondrían en entredicho el prestigio de los Borbones.
El pueblo se siente desasistido ante la presencia y los frecuentes abusos de las tropas extranjeras que dominan la villa. El clima ciudadano se enrancia y pudre alimentado por el fuego del miedo, el orgullo herido y la rabia. Sobreviene el levantamiento ciudadano, y la llama de la rebelión prende por toda España, complicando el desarrollo de las investigaciones del alguacil…
Junto a la trama policiaca, la novela reflota ciertos hechos que, por vergüenza y voluntario olvido, los españoles hundimos en lo más oscuro de nuestra memoria histórica. No todo fue patriotismo sano y enfrentamiento gallardo contra el invasor, y algunos sucumbieron a la tentación del cuanto peor, mejor.