Romántica lo es, histórica en parte, drama ficción con mucho realismo.
No resulta fácil hablar de La Saga de los Aura, pero en fin, tengo que hacerlo y empiezo por lo que supongo ya has adivinado. Es la historia de una familia, se inicia con el tatarabuelo en el siglo XIX y acaba en la actualidad, en la crisis que sufrimos.
Lo primero que tengo que advertirte: no es de risa, más bien te recomiendo tener a mano un paquete de pañuelos, así que si no quieres llorar a moco tendido, es lo que he hecho yo al escribirla, mejor no la leas. No quiero engañarte, hay alguna sonrisa, incluso puede que rías con algo, pero en su mayor parte provoca un sentimiento profundo. Tiene sus ventajas, te quedas la mar de a gusto y lo positivo lo valoras más.
No empiezo el relato con una familia pobre, para nada, son ricos y Bernardino, el tatarabuelo, se hace más rico y parte de la historia gira en torno a él. Pero la mayor protagonista es su hija, María, su padre quiere que se case con Pere Aura, un trabajador, pobre. María y Pere encabezan la saga Aura. Será su vida, sus alegrías y penas las que vayas sintiendo, porque las sentirás aunque no quieras.
Vendrán los hijos, los nietos y los bisnietos: Ellos son los Aura.
Pero la vida de las personas no es ajena a lo que transcurre en su entorno o en los gobiernos, las ciudades y los países. Bien pues, a lo largo de la vida de Benardino y luego de los Aura hay un recorrido por la historia de Gandia que es el lugar de los hechos. También algo de la guerra civil española porque de sus consecuencias no se libró nadie. Luego llega la posguerra y ya poco a poco van cambiando las cosas. Cambian las ciudades, la manera de trabajar, las personas y sus relaciones tanto a nivel familiar como las de pareja.
Algo de todo eso encontrarás. Releyendo pienso que he ido despacio al principio y luego deprisa, me suele pasar, pero en este caso está justificado porque así era la vida antes, más tranquila o si quieres más lenta. Ahora corremos quizá para estrellarnos más pronto contra la pared o contra nosotros mismos.
Hay un personaje que para mí es fundamental y supongo lo será para ti. María, la matriarca de los Aura, excepcional por mucho. Y si bien puede que en algunos aspectos se salga de la media, pienso que son muchas las mujeres de su generación que fueron el verdadero motor de su familia. Ayudaron a sus maridos en el campo, gobernaron la casa y educaron a los hijos.
Hay muchas, si no igual parecidas a María. Madres o abuelas de los que hoy vivimos la crisis, ellas las sufrieron peores y no perdieron la sonrisa.
Espero que al final de la novela puedas esbozar una sonrisa, señal de que te habrá gustado y no te importará nada, pero nada, el llanto derramado.
No resulta fácil hablar de La Saga de los Aura, pero en fin, tengo que hacerlo y empiezo por lo que supongo ya has adivinado. Es la historia de una familia, se inicia con el tatarabuelo en el siglo XIX y acaba en la actualidad, en la crisis que sufrimos.
Lo primero que tengo que advertirte: no es de risa, más bien te recomiendo tener a mano un paquete de pañuelos, así que si no quieres llorar a moco tendido, es lo que he hecho yo al escribirla, mejor no la leas. No quiero engañarte, hay alguna sonrisa, incluso puede que rías con algo, pero en su mayor parte provoca un sentimiento profundo. Tiene sus ventajas, te quedas la mar de a gusto y lo positivo lo valoras más.
No empiezo el relato con una familia pobre, para nada, son ricos y Bernardino, el tatarabuelo, se hace más rico y parte de la historia gira en torno a él. Pero la mayor protagonista es su hija, María, su padre quiere que se case con Pere Aura, un trabajador, pobre. María y Pere encabezan la saga Aura. Será su vida, sus alegrías y penas las que vayas sintiendo, porque las sentirás aunque no quieras.
Vendrán los hijos, los nietos y los bisnietos: Ellos son los Aura.
Pero la vida de las personas no es ajena a lo que transcurre en su entorno o en los gobiernos, las ciudades y los países. Bien pues, a lo largo de la vida de Benardino y luego de los Aura hay un recorrido por la historia de Gandia que es el lugar de los hechos. También algo de la guerra civil española porque de sus consecuencias no se libró nadie. Luego llega la posguerra y ya poco a poco van cambiando las cosas. Cambian las ciudades, la manera de trabajar, las personas y sus relaciones tanto a nivel familiar como las de pareja.
Algo de todo eso encontrarás. Releyendo pienso que he ido despacio al principio y luego deprisa, me suele pasar, pero en este caso está justificado porque así era la vida antes, más tranquila o si quieres más lenta. Ahora corremos quizá para estrellarnos más pronto contra la pared o contra nosotros mismos.
Hay un personaje que para mí es fundamental y supongo lo será para ti. María, la matriarca de los Aura, excepcional por mucho. Y si bien puede que en algunos aspectos se salga de la media, pienso que son muchas las mujeres de su generación que fueron el verdadero motor de su familia. Ayudaron a sus maridos en el campo, gobernaron la casa y educaron a los hijos.
Hay muchas, si no igual parecidas a María. Madres o abuelas de los que hoy vivimos la crisis, ellas las sufrieron peores y no perdieron la sonrisa.
Espero que al final de la novela puedas esbozar una sonrisa, señal de que te habrá gustado y no te importará nada, pero nada, el llanto derramado.