“En un marco hipnótico y personajes contrariados, esta novela es atrapante hasta el final”.
-- J.R. Ward, New York Times bestselling author of Lover Revealed
(Este libro fue previamente publicado con el nombre En Calor de la Noche.)
En un mar de ojos enrojecidos y manos alborotadas, Victoria permanecía en pie hasta que sus opositores la derribaron. Tuvo tan sólo un momento para tocarse el amuleto antes de que las embravecidas criaturas se lanzaran sobre ella. Gritando, pateando y a golpe de puñetazos, intentó liberarse en vano. Uno de ellos se acercó tanto que Victoria creyó que podría reducirlo, pero cuando intentó alcanzar su estaca, otra criatura la atacó por detrás y monopolizó sus manos. Otros dos vampiros la cogieron de los pies y la joven creyó no tener escapatoria. Victoria intentó soltarse, pero los brazos que la sujetaban eran demasiado fuertes; no pudo soltarse, alcanzar sus estacas, tomar el agua bendita, ni su crucifijo…
Manos embravecidas la tocaban por todos lados, arañándola y tirándole el cabello. Su peinado se soltó y su pelo cayó como una cascada facilitando el ataque de sus oponentes. Su cuello quedó aún más expuesto, una mano inclinó su cabeza hacia atrás y otra la despojó de su blusa. Su cuello y su pecho fueron expuestos y el aroma del cuarto envolvió sus sentidos. Aquel aroma era narcótico y Victoria cayó en trance. Cuando sus dientes se hincaron en su piel, la joven cazadora sintió un alivio enorme.
Levantemos las manos para recibir a Las aventuras de la Cazadora Gardella.
-- J.R. Ward, New York Times bestselling author of Lover Revealed
(Este libro fue previamente publicado con el nombre En Calor de la Noche.)
En un mar de ojos enrojecidos y manos alborotadas, Victoria permanecía en pie hasta que sus opositores la derribaron. Tuvo tan sólo un momento para tocarse el amuleto antes de que las embravecidas criaturas se lanzaran sobre ella. Gritando, pateando y a golpe de puñetazos, intentó liberarse en vano. Uno de ellos se acercó tanto que Victoria creyó que podría reducirlo, pero cuando intentó alcanzar su estaca, otra criatura la atacó por detrás y monopolizó sus manos. Otros dos vampiros la cogieron de los pies y la joven creyó no tener escapatoria. Victoria intentó soltarse, pero los brazos que la sujetaban eran demasiado fuertes; no pudo soltarse, alcanzar sus estacas, tomar el agua bendita, ni su crucifijo…
Manos embravecidas la tocaban por todos lados, arañándola y tirándole el cabello. Su peinado se soltó y su pelo cayó como una cascada facilitando el ataque de sus oponentes. Su cuello quedó aún más expuesto, una mano inclinó su cabeza hacia atrás y otra la despojó de su blusa. Su cuello y su pecho fueron expuestos y el aroma del cuarto envolvió sus sentidos. Aquel aroma era narcótico y Victoria cayó en trance. Cuando sus dientes se hincaron en su piel, la joven cazadora sintió un alivio enorme.
Levantemos las manos para recibir a Las aventuras de la Cazadora Gardella.