Izan, a sus recién cumplidos 18 años, sin familia, es uno de los millones de desempleados que hay en 2058 para los que no hay futuro laboral. Sin embargo, él aún conserva algunos valores (extinguidos ya) y no se resigna a esa vida monótona de parado. A su vez, la Barcelona en la que vive es una remota sombra de lo que fue un día.
Historia que envuelve al lector en un mundo decadente y angustiante con personajes que invitan a la indagación psicológica pero con una clara intención optimista y positiva. Un buen ejemplo de ficción futurista.
Historia que envuelve al lector en un mundo decadente y angustiante con personajes que invitan a la indagación psicológica pero con una clara intención optimista y positiva. Un buen ejemplo de ficción futurista.