Esta es la historia de aquellos días en los que la Tierra y su antagónico, Mundo Paralelo, estuvieron a punto de desaparecer para siempre.
Como toda historia compuesta de pequeñas microhistorias, esta es una composición a modo de patchwork, de personajes, lugares y momentos en el tiempo: todo comienza por un misterioso asesinato en un apartamento y acaba complicándose más y más.
El inspector Antonio Llamazares pronto se dará cuenta de que ese extraño don con el que nació será la llave para resolverlo.
Que más allá de las dimensiones del espacio y del tiempo se encuentra otra dimensión a la que los teóricos físicos llaman “Tempospacio”.
En el siglo XXI la teoría de su existencia aún se encuentra en una fase inicial. No consta ninguna prueba de que el Tempospacio exista ni siquiera como término…pero existe. Y si no, ¿por qué se puede viajar de un mundo a otro a través de los espejos? ¿por qué la supervivencia de la Tierra depende de un Molino más viejo que el propio Universo?
La realidad de esta dimensión es la única explicación lógica a la existencia de Mundo Paralelo. Pero hay un problema en el supuesto de partida: la Física no puede explicarlo todo. En ese mundo (en el sentido amplio) no hay leyes físicas o al menos leyes conocidas.
Los personajes cambian su personalidad al saltar entre los dos mundos: un adinerado psicópata pasa a ser el líder de un grupo de la Resistencia, un profesor de Universidad a un héroe y algunos vivos pasan a ser muertos imprevisibles.
En esta primera parte tenemos unos retazos que el lector debe coser para tener una visión de lo que ha pasado...y lo que puede que llegue a pasar.
Un Libro, una Profecía...y algo que aparece en la segunda parte de esta saga, son las piezas de este gran puzzle que un viejo (Malthus Giorgianidis), un profesor (Michael Cortois) y una mujer (Isabella ) han de resolver para evitar que las aspas del Eterno Molino dejen de girar...provocando el Caos y la Nada.
Justo lo que pretende Viclar, un personaje siniestro y peligroso. Y la mala noticia: no está solo. Y quiere el Libro.
Como toda historia compuesta de pequeñas microhistorias, esta es una composición a modo de patchwork, de personajes, lugares y momentos en el tiempo: todo comienza por un misterioso asesinato en un apartamento y acaba complicándose más y más.
El inspector Antonio Llamazares pronto se dará cuenta de que ese extraño don con el que nació será la llave para resolverlo.
Que más allá de las dimensiones del espacio y del tiempo se encuentra otra dimensión a la que los teóricos físicos llaman “Tempospacio”.
En el siglo XXI la teoría de su existencia aún se encuentra en una fase inicial. No consta ninguna prueba de que el Tempospacio exista ni siquiera como término…pero existe. Y si no, ¿por qué se puede viajar de un mundo a otro a través de los espejos? ¿por qué la supervivencia de la Tierra depende de un Molino más viejo que el propio Universo?
La realidad de esta dimensión es la única explicación lógica a la existencia de Mundo Paralelo. Pero hay un problema en el supuesto de partida: la Física no puede explicarlo todo. En ese mundo (en el sentido amplio) no hay leyes físicas o al menos leyes conocidas.
Los personajes cambian su personalidad al saltar entre los dos mundos: un adinerado psicópata pasa a ser el líder de un grupo de la Resistencia, un profesor de Universidad a un héroe y algunos vivos pasan a ser muertos imprevisibles.
En esta primera parte tenemos unos retazos que el lector debe coser para tener una visión de lo que ha pasado...y lo que puede que llegue a pasar.
Un Libro, una Profecía...y algo que aparece en la segunda parte de esta saga, son las piezas de este gran puzzle que un viejo (Malthus Giorgianidis), un profesor (Michael Cortois) y una mujer (Isabella ) han de resolver para evitar que las aspas del Eterno Molino dejen de girar...provocando el Caos y la Nada.
Justo lo que pretende Viclar, un personaje siniestro y peligroso. Y la mala noticia: no está solo. Y quiere el Libro.