Mirando los viejos papeles del siglo XVI, en la soledad de los archivos históricos de mi país y de España, surge a través de sus letras un rostro triste, la figura de una niña indígena, abandonada a su suerte en manos de Hernán Cortés. Y veo al conquistador, un hombre que ya no es joven y posee el talante altivo, seco, de quien ama el poder y anhela la gloria, como premio a lo considerado por él como arrojo. Y entre lo dicho en muchos papeles descubro, que para conseguir el control sobre los naturales de la vencida Tenochtitlán utilizó a esta joven a quien llamó Ysabel, llegando incluso a causar su deshonor y el nacimiento de una hija no deseada.
Por la trascendencia del hecho, este libro se propone dar una imagen real de lo que fue el destino de la última princesa mexica. Teuicichpoch Ichcaxochitl, a través del relato de su existencia.
Y decimos real, porque la imagen histórica que existe sobre ella es falsa. Justamente nuestro interés en escribir sobre su vida, se despertó a partir de la lectura de los documentos alusivos a su persona, que claramente señalan el perfil de su vida y las circunstancias familiares y sociales que le rodean como parte de la conquista de México.
Por la trascendencia del hecho, este libro se propone dar una imagen real de lo que fue el destino de la última princesa mexica. Teuicichpoch Ichcaxochitl, a través del relato de su existencia.
Y decimos real, porque la imagen histórica que existe sobre ella es falsa. Justamente nuestro interés en escribir sobre su vida, se despertó a partir de la lectura de los documentos alusivos a su persona, que claramente señalan el perfil de su vida y las circunstancias familiares y sociales que le rodean como parte de la conquista de México.