En la novela Los Papeles de Miranda, Mario Szichman narra la historia de Francisco de Miranda, el Precursor de la Independencia Latinoamericana.
No hay otro personaje del calibre de Miranda en toda la historia de la América hispana. Miranda participó en las revoluciones de Estados Unidos, Francia y del continente latinoamericano. Conoció a George Washington, circulan rumores de que fue amante de la emperatriz Catalina de Rusia, fue admirado por Napoleón, y traicionado por Simón Bolivar, que lo entregó a los españoles.
El ensayista y dirigente político venezolano Domingo Alberto Rangel dice de Los Papeles de Miranda:
“Parece mentira que la narrativa venezolana no haya acudido a Francisco de Miranda, a su tragedia personal, a su larga agonía de prisionero para forjar con ella una de nues¬tras novelas más logradas. Hemos despilfarrado así al más novelesco de todos nuestros prohombres y sacrificado el episodio dramático por excelencia entre todos los de nuestra historia. Pero la historia no puede clamar en el desierto por los siglos de los siglos. Alguien tenía que recoger el grito, que ya es alarido de la his¬toria. Y en este caso ha sido un extranjero, Mario Szichman, argentino con pasantía venezolana de periodista e historiador quien hace de la vida de Miranda el tapiz novelesco que no pudo nacer aquí en cerca de doscientos años. Aquí está la novela de Miranda, lograda y redonda para compensarnos con una obra maestra la excesiva espera que condenó al prócer al silencio y a nosotros a la frustración”.
Carmen Virginia Carrillo, ensayista venezolana, profesora de la universidad de Trujillo, añade que en la novela de Szichman
"Francisco de Miranda se configura desde la primera persona y la voz del protagonista se convierte en la expresión de su mundo interior. Gracias a la ficción, la aproximación a la verdad histórica se hace a partir de esos silencios y grietas que suele guardar la historia. Los recursos de los que se vale la novela permiten al lector reconocer al personaje en su interioridad, en sus temores, descubrir su lado más humano, conflictivo, contradictorio y anti-heroico”.
No hay otro personaje del calibre de Miranda en toda la historia de la América hispana. Miranda participó en las revoluciones de Estados Unidos, Francia y del continente latinoamericano. Conoció a George Washington, circulan rumores de que fue amante de la emperatriz Catalina de Rusia, fue admirado por Napoleón, y traicionado por Simón Bolivar, que lo entregó a los españoles.
El ensayista y dirigente político venezolano Domingo Alberto Rangel dice de Los Papeles de Miranda:
“Parece mentira que la narrativa venezolana no haya acudido a Francisco de Miranda, a su tragedia personal, a su larga agonía de prisionero para forjar con ella una de nues¬tras novelas más logradas. Hemos despilfarrado así al más novelesco de todos nuestros prohombres y sacrificado el episodio dramático por excelencia entre todos los de nuestra historia. Pero la historia no puede clamar en el desierto por los siglos de los siglos. Alguien tenía que recoger el grito, que ya es alarido de la his¬toria. Y en este caso ha sido un extranjero, Mario Szichman, argentino con pasantía venezolana de periodista e historiador quien hace de la vida de Miranda el tapiz novelesco que no pudo nacer aquí en cerca de doscientos años. Aquí está la novela de Miranda, lograda y redonda para compensarnos con una obra maestra la excesiva espera que condenó al prócer al silencio y a nosotros a la frustración”.
Carmen Virginia Carrillo, ensayista venezolana, profesora de la universidad de Trujillo, añade que en la novela de Szichman
"Francisco de Miranda se configura desde la primera persona y la voz del protagonista se convierte en la expresión de su mundo interior. Gracias a la ficción, la aproximación a la verdad histórica se hace a partir de esos silencios y grietas que suele guardar la historia. Los recursos de los que se vale la novela permiten al lector reconocer al personaje en su interioridad, en sus temores, descubrir su lado más humano, conflictivo, contradictorio y anti-heroico”.