«Escrita con un conocimiento y una fruición por el detalle, el lector
quedará complacido como después de hacer un viaje espacial y temporal.
Los fornidos protagonistas de "África. Hombres como dioses" parecen
tener esa misteriosa sustancia química que convertía a los héroes de
Salgari en prodigios asiduos, que la lectura nunca pudo desgastar. Una y
otra vez volvemos sobre estas páginas para evocar una épica distante,
distinta, la que asombró tantos días de la infancia y la juventud».
Antes de escribir esta novela sobre las guerras africanas del siglo
XIX, Lanvers escaló so¬lo las dos montañas más altas de África: el
Kilimanjaro y Kenia. Además viajó más de cinco veces para investigar y
convivió con los zulúes de la región de Natal.
Tal fue el éxito de esta, su primera novela, que ya se editaron los
también los best sellers «África. Harenes de piedra» y «África. Sangran
los reyes».
quedará complacido como después de hacer un viaje espacial y temporal.
Los fornidos protagonistas de "África. Hombres como dioses" parecen
tener esa misteriosa sustancia química que convertía a los héroes de
Salgari en prodigios asiduos, que la lectura nunca pudo desgastar. Una y
otra vez volvemos sobre estas páginas para evocar una épica distante,
distinta, la que asombró tantos días de la infancia y la juventud».
Antes de escribir esta novela sobre las guerras africanas del siglo
XIX, Lanvers escaló so¬lo las dos montañas más altas de África: el
Kilimanjaro y Kenia. Además viajó más de cinco veces para investigar y
convivió con los zulúes de la región de Natal.
Tal fue el éxito de esta, su primera novela, que ya se editaron los
también los best sellers «África. Harenes de piedra» y «África. Sangran
los reyes».