Hoy parece lejano, pero sólo hace 20 años que un muro, un muro auténtico de acero y hormigón dividía Europa, dividía una misma nación, dividía una misma ciudad, dividía familias. Las nuevas generaciones no deben olvidar lo que es capaz de hacer el ser humano. Los que predicaban la igualdad cometieron las mayores injusticias de la historia.
Esta no es la historia del Muro de Berlín, sino todas aquellas pequeñas historias de gente normal y corriente que construyeron la verdadera naturaleza de la República Democrática Alemana, oculta tras sus desfiles y su propaganda mientras coartaba la libertad de sus ciudadanos.
Esta es la historia de una barrera construida para detener al enemigo, en la que las armas apuntaban al interior, a los mismos a los que presumía defender.
Esta no es la historia del Muro de Berlín, sino todas aquellas pequeñas historias de gente normal y corriente que construyeron la verdadera naturaleza de la República Democrática Alemana, oculta tras sus desfiles y su propaganda mientras coartaba la libertad de sus ciudadanos.
Esta es la historia de una barrera construida para detener al enemigo, en la que las armas apuntaban al interior, a los mismos a los que presumía defender.