Es un registro del diálogo mantenido por el eminente historiador Arnold J. Toynbee (1889-1975), criado dentro de las tradiciones judeocristianas y conocido por su obra Estudio de la Historia (A Study of History), y Daisaku Ikeda, destacado líder budista del Japón. A petición de Toynbee, quien se interesó profundamente en la filosofía oriental y el budismo, Ikeda fue a visitarlo en su residencia de Londres en 1972. Al año siguiente, entablaron un diálogo acerca de la diversidad de problemas que enfrenta la humanidad. El encuentro abarcó, en dos años, un total de cuarenta horas, y fue publicado en forma de libro.
A pesar de las diferencias culturales y de credo, ambos coincidieron en que la religión es la fuerza motriz de la vida humana y la civilización. Con el fin de buscar respuestas y soluciones a las graves dificultades que enfrenta el mundo, sostuvieron que es imprescindible vencer el egoísmo del ser humano. La única manera de superar la egolatría y lograr la mejora social es expandir el yo individual hacia un yo universal o realidad última.
El ejemplar cubre una gran variedad de contenidos, desde temas específicos hasta globales —trascendiendo generaciones—, como los problemas perennes de la naturaleza humana y las relaciones con otras criaturas, el entorno y el universo.
A pesar de las diferencias culturales y de credo, ambos coincidieron en que la religión es la fuerza motriz de la vida humana y la civilización. Con el fin de buscar respuestas y soluciones a las graves dificultades que enfrenta el mundo, sostuvieron que es imprescindible vencer el egoísmo del ser humano. La única manera de superar la egolatría y lograr la mejora social es expandir el yo individual hacia un yo universal o realidad última.
El ejemplar cubre una gran variedad de contenidos, desde temas específicos hasta globales —trascendiendo generaciones—, como los problemas perennes de la naturaleza humana y las relaciones con otras criaturas, el entorno y el universo.