El individualismo es el tema central del presente volumen. Y lo es, ante todo, por razones metodológicas. El Autor utiliza el método individualista, es decir, sostiene que los fenómenos sociales tienen que explicarse mediante el recurso a las acciones de los individuos, ya que son sólo éstos los que actúan y ponen en marcha un proceso intersubjetivo de co-adaptación y de agregación de sus acciones.
Pero el individualismo no es sólo un método. Es también un modelo de vida, basado en la libertad individual de elección; analiza sus presupuestos gnoseológicos y su habitat normativo; expone el nexo entre falibilismo, mercado y democracia liberal; destaca las causas políticas de las crisis económicas. Se perfilan, de este modo, las características de la sociedad de mercado, cuya capacidad de desarrollo (y de irradiación) reside exactamente en la dinamización institucionalizada de recursos y conocimientos en posesión de los individuos; un proceso social que se traduce en una irrefrenable exploración de lo desconocido y en una permanente corrección de los errores. Lo cual demuestra que el individualismo, al contrario de lo que comúnmente se cree, constituye una extensa forma de cooperación social. Todo esto lo expone el Autor a través de densos ensayos sobre algunos de los principales protagonistas de las ciencias sociales (Mandeville y Smith, Constant y Tocqueville, Stuart Mill, Weber y Simmel, Böhm-Bawerk, Mises y Hayek, Kirzner y Rothbard). Todo lo cual permite un recorrido sobre algunas etapas significativas de la historia de las ideas e ilumina los límites entre diversas tradiciones de investigación.
Pero el individualismo no es sólo un método. Es también un modelo de vida, basado en la libertad individual de elección; analiza sus presupuestos gnoseológicos y su habitat normativo; expone el nexo entre falibilismo, mercado y democracia liberal; destaca las causas políticas de las crisis económicas. Se perfilan, de este modo, las características de la sociedad de mercado, cuya capacidad de desarrollo (y de irradiación) reside exactamente en la dinamización institucionalizada de recursos y conocimientos en posesión de los individuos; un proceso social que se traduce en una irrefrenable exploración de lo desconocido y en una permanente corrección de los errores. Lo cual demuestra que el individualismo, al contrario de lo que comúnmente se cree, constituye una extensa forma de cooperación social. Todo esto lo expone el Autor a través de densos ensayos sobre algunos de los principales protagonistas de las ciencias sociales (Mandeville y Smith, Constant y Tocqueville, Stuart Mill, Weber y Simmel, Böhm-Bawerk, Mises y Hayek, Kirzner y Rothbard). Todo lo cual permite un recorrido sobre algunas etapas significativas de la historia de las ideas e ilumina los límites entre diversas tradiciones de investigación.