VERSIÓN EN CASTELLANO ANTIGUO
Estimado lector, estás por aventurarte en la España Medieval, el lengüage de ésta edición conserva las formas del Castellano Antiguo. Quizá esfuerzes tus habilidades intelectuales para entender el Cantar, pero creeme, ¡Vale la pena!
No sabemos si el Cid Campeador es un personaje histórico o mítico, quizá tu lo puedas descifrar, deja a tu imaginación descubrirlo…
Déjate envolver en las gestas, amoríos, traiciones y más aventuras que estás por descubrir en ésta obra épica. Quizá tu instinto te diga si verdaderamente existió Don Rodrigo Díaz de Vivar.
El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance, y destaca por el alto valor literario de su estilo.
Está escrito en castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200 (fechas post quem y ante quem: 1195–1207). Se desconoce el título original, aunque probablemente se llamaría gesta o cantar, términos con los que el autor describe su obra en los versos 1085 y 2276, respectivamente.
El Cantar de mio Cid es el único cantar épico de la literatura española conservado casi completo. Se han perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, aunque el contenido de las lagunas existentes puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes. Además del Cantar de mio Cid, los cuatro textos de su género que han perdurado son: las Mocedades de Rodrigo —circa 1360—, con 1700 versos; el Cantar de Roncesvalles —ca. 1270—, un fragmento de unos 100 versos; y una corta inscripción de un templo románico, conocida como Epitafio épico del Cid.
El poema consta de 3735 versos de extensión variable (anisosilábicos), aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mio Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir, series de versos con una misma rima asonante.
Estimado lector, estás por aventurarte en la España Medieval, el lengüage de ésta edición conserva las formas del Castellano Antiguo. Quizá esfuerzes tus habilidades intelectuales para entender el Cantar, pero creeme, ¡Vale la pena!
No sabemos si el Cid Campeador es un personaje histórico o mítico, quizá tu lo puedas descifrar, deja a tu imaginación descubrirlo…
Déjate envolver en las gestas, amoríos, traiciones y más aventuras que estás por descubrir en ésta obra épica. Quizá tu instinto te diga si verdaderamente existió Don Rodrigo Díaz de Vivar.
El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance, y destaca por el alto valor literario de su estilo.
Está escrito en castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200 (fechas post quem y ante quem: 1195–1207). Se desconoce el título original, aunque probablemente se llamaría gesta o cantar, términos con los que el autor describe su obra en los versos 1085 y 2276, respectivamente.
El Cantar de mio Cid es el único cantar épico de la literatura española conservado casi completo. Se han perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, aunque el contenido de las lagunas existentes puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes. Además del Cantar de mio Cid, los cuatro textos de su género que han perdurado son: las Mocedades de Rodrigo —circa 1360—, con 1700 versos; el Cantar de Roncesvalles —ca. 1270—, un fragmento de unos 100 versos; y una corta inscripción de un templo románico, conocida como Epitafio épico del Cid.
El poema consta de 3735 versos de extensión variable (anisosilábicos), aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mio Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir, series de versos con una misma rima asonante.