Salvador Monsalud es un joven que, para salir de la pobreza en la que se halla, se hace jurado (miembro de la Guardia Jurada). Es 1813 y la Guerra de Independencia toca a su fin.
Monsalud parte hacia Francia en la caravana que transporta tesoros expoliados y un grupo de franceses que huyen de las represalias. Al pasar por su pueblo natal, la Puebla de Arganzón, encuentra un ambiente enardecido en apoyo a los guerrilleros. Su madre y su antigua novia, Genara, lo rechazan al descubrir que se ha afrancesado.
Tras dejar la Puebla, a Monsalud se le ordena vigilar a dos guerrilleros capturados, el cacique Fernando Garrote y el cura Respaldiza, que serán fusilados a la mañana siguiente. Garrote reconoce en su guardián al hijo bastardo al que abandonó, lo que le atormenta en sus últimas horas. Cuando los soldados, borrachos, torturan y ahorcan al cura, y se disponen a hacer lo mismo con Garrote, Monsalud le facilita a éste una pistola para permitirle una muerte honorable.
Las tropas aliadas vencen a las francesas y ponen en fuga al rey en la batalla de Vitoria. La caravana es atrapada y Monsalud se esconde, protegido por la señora de Gil de la Cuadra, que huía con su marido en el grupo de afrancesados. Tras rechazar a Monsalud, Genara admite a su pretendiente, el guerrillero Carlos Garrote, hijo del cacique. Al visitar los restos de la caravana, Garrote descubre a Monsalud y ambos se baten en duelo. Garrote resulta gravemente herido y Monsalud es capturado.
Monsalud parte hacia Francia en la caravana que transporta tesoros expoliados y un grupo de franceses que huyen de las represalias. Al pasar por su pueblo natal, la Puebla de Arganzón, encuentra un ambiente enardecido en apoyo a los guerrilleros. Su madre y su antigua novia, Genara, lo rechazan al descubrir que se ha afrancesado.
Tras dejar la Puebla, a Monsalud se le ordena vigilar a dos guerrilleros capturados, el cacique Fernando Garrote y el cura Respaldiza, que serán fusilados a la mañana siguiente. Garrote reconoce en su guardián al hijo bastardo al que abandonó, lo que le atormenta en sus últimas horas. Cuando los soldados, borrachos, torturan y ahorcan al cura, y se disponen a hacer lo mismo con Garrote, Monsalud le facilita a éste una pistola para permitirle una muerte honorable.
Las tropas aliadas vencen a las francesas y ponen en fuga al rey en la batalla de Vitoria. La caravana es atrapada y Monsalud se esconde, protegido por la señora de Gil de la Cuadra, que huía con su marido en el grupo de afrancesados. Tras rechazar a Monsalud, Genara admite a su pretendiente, el guerrillero Carlos Garrote, hijo del cacique. Al visitar los restos de la caravana, Garrote descubre a Monsalud y ambos se baten en duelo. Garrote resulta gravemente herido y Monsalud es capturado.