Un joven arqueólogo desafía a sus profesores universitarios al sostener que los cuentos populares pueden dar pistas para localizar yacimientos arqueológicos y al insistir en que Hércules no fue un personaje literario sino alguien que vivió y dejó huellas materiales. En uno de sus trabajos, Hércules fue a la isla roja de Eritia a robar el ganado del rey Gerion. Luchó con el rey y lo mató y después se llevó su ganado. El héroe de esta novela se embarca en una aventura llena de peligros y revelaciones insospechadas para encontrar la tumba de Gerion.
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