El escritor neoyorquino Frank Benedict arrastra más secretos de los que puede soportar
Inmerso en una difícil crisis personal, decide emprender un inesperado viaje a Triunfo, un pequeño pueblo del norte de México, tras los pasos de un padre al que apenas conoció. Su búsqueda confluirá allí con la historia de Sam Lonergan, el último gran director maldito de Hollywood, y la de aquellos que, como él, se bebieron la vida hasta sus últimas consecuencias. Las andanzas de Lonergan junto a su padre, evocadas por los vecinos del lugar, conducirán a Benedict a un viaje de exploración interior para encontrar respuestas, un viaje tan desesperado como la última gran película del cineasta.
Una novela psicológica profunda
SOBRE EL AUTOR
Javier Márquez Sánchez (Sevilla, 1978). Escritor y periodista afincado en Madrid, actualmente es subdirector de la edición española de la revista Forbes. Ha sido jefe de de cierre de la revista Esquire (donde sigue siendo responsable de las recomendaciones literarias) y subdirector de Cambio16. Además, colabora habitualmente en otros medios de prensa y radio.
Sus primeras publicaciones fueron libros relacionados con el mundo de la música, como Paul Simon y Art Garfunkel. En el campo de la narrativa es autor de las novelas La fiesta de Orfeo (2009, traducida a alemán e italiano), Los rebeldes de Crow (2011), Letal como un solo de Charlie Parker (2012, ganadora del premio Novelpol a la mejor novela negra del 2012) y Afilado como un blues a medianoche (2013). Algunos de sus relatos se recogen en antologías como Historias Asombrosas (2008), Antología Z, vol. 5 (2011), Sospechosos habituales. Tras la pista de la nueva novela negra española (2012), Charco Negro (2013), Hijos de Mary Shelley IV. La soledad es el hogar del monstruo (2013) o Relatos en 35mm (2015).
Inmerso en una difícil crisis personal, decide emprender un inesperado viaje a Triunfo, un pequeño pueblo del norte de México, tras los pasos de un padre al que apenas conoció. Su búsqueda confluirá allí con la historia de Sam Lonergan, el último gran director maldito de Hollywood, y la de aquellos que, como él, se bebieron la vida hasta sus últimas consecuencias. Las andanzas de Lonergan junto a su padre, evocadas por los vecinos del lugar, conducirán a Benedict a un viaje de exploración interior para encontrar respuestas, un viaje tan desesperado como la última gran película del cineasta.
Una novela psicológica profunda
SOBRE EL AUTOR
Javier Márquez Sánchez (Sevilla, 1978). Escritor y periodista afincado en Madrid, actualmente es subdirector de la edición española de la revista Forbes. Ha sido jefe de de cierre de la revista Esquire (donde sigue siendo responsable de las recomendaciones literarias) y subdirector de Cambio16. Además, colabora habitualmente en otros medios de prensa y radio.
Sus primeras publicaciones fueron libros relacionados con el mundo de la música, como Paul Simon y Art Garfunkel. En el campo de la narrativa es autor de las novelas La fiesta de Orfeo (2009, traducida a alemán e italiano), Los rebeldes de Crow (2011), Letal como un solo de Charlie Parker (2012, ganadora del premio Novelpol a la mejor novela negra del 2012) y Afilado como un blues a medianoche (2013). Algunos de sus relatos se recogen en antologías como Historias Asombrosas (2008), Antología Z, vol. 5 (2011), Sospechosos habituales. Tras la pista de la nueva novela negra española (2012), Charco Negro (2013), Hijos de Mary Shelley IV. La soledad es el hogar del monstruo (2013) o Relatos en 35mm (2015).
EXTRACTO
Me he pasado media vida intentando vivir lo que escribía, sin darme cuenta de que el gran secreto está en escribir lo que se vive. Supongo que eso es lo que diferencia a los grandes narradores de los que quedaremos en el olvido, esperando eternamente el ascensor en la primera planta. Ellos han arriesgado, y se han dejado un pedazo de alma en cada historia; un beso, un sueño, un puñado de lágrimas... narrándonos con disfraces más o menos evidentes cuentos que en realidad eran sus propias vidas. Y ahí fue donde la jodimos los que estudiamos en prestigiosas universidades o nos aprendimos al dedillo una docena de manuales, en que nosotros amamos la literatura antes que la vida, mientras que ellos, los grandes, ellos amaron la vida antes que la literatura. Y eso, claro, da para mucho que contar.