A todos nos ha sucedido alguna vez, la típica invitación a cenar en casa de unos amigos, y nos encontramos con un par de pizzas congeladas del supermercado, la botella de Cola de turno, y de postre un helado horrible envuelto en cartón.
Peor aún, si es una invitación de un chico o chica que nos atrae, que nos hace salir corriendo, y mientras llegamos al coche, ir bloqueándolo/a de nuestro whatsapp…
Y si nosotros somos el que cocinamos o chefeamos, el anfitrión como dicen, mejor olvidarnos de que vuelvan a repetir en alguna ocasión, y la segunda vez, para lavarnos la conciencia, invitamos a un buen restaurante, que liquida nuestra VISA, perdiendo en un par de horas toda esa paga extra que tanto esfuerzo nos costó conseguir.
Lo de la VISA está bien si ganamos un mínimo de 6.000 euros al mes, ya que fundirnos mil euritos al mes en invitaciones, solo es calderilla, pero con esos sueldos yo no conozco a nadie, son como los billetes de 500 euros o las Meigas o Brujas gallegas, existir existen, pero nadie los has visto nunca jamás.
Si somos un chico o chica buscando el amor de nuestros sueños, con un sueldo normal, mejor olvidarnos de ese sueño. Si no somos capaces de preparar una cena digna, pues un chico que cocina como dios manda, da tantos puntos como ser alto, y si eres una chica que cocina, los chicos suelen ser bastantes “simples” y enamorarlos por el estómago es una herramienta muy eficaz.
Como le digo a mi amigo Alfonso y a mi amiga Berni, aprende a cocinar o chefear, si queréis conservar a las amistades o encontrar una pareja estable, jejeje.
Sin ser unos genios de la cocina, en un par de horas podemos prepara unas cenas casi gourmet, que de paso llenará nuestro frigorífico para dos o tres días. Esto es más sencillo de lo que parece, primero es tener unos condimentos básicos que duran meses, luego comprar con un día de antelación, los productos frescos necesarios, y el día D, cocinar con un par de horas de antelación.
Peor aún, si es una invitación de un chico o chica que nos atrae, que nos hace salir corriendo, y mientras llegamos al coche, ir bloqueándolo/a de nuestro whatsapp…
Y si nosotros somos el que cocinamos o chefeamos, el anfitrión como dicen, mejor olvidarnos de que vuelvan a repetir en alguna ocasión, y la segunda vez, para lavarnos la conciencia, invitamos a un buen restaurante, que liquida nuestra VISA, perdiendo en un par de horas toda esa paga extra que tanto esfuerzo nos costó conseguir.
Lo de la VISA está bien si ganamos un mínimo de 6.000 euros al mes, ya que fundirnos mil euritos al mes en invitaciones, solo es calderilla, pero con esos sueldos yo no conozco a nadie, son como los billetes de 500 euros o las Meigas o Brujas gallegas, existir existen, pero nadie los has visto nunca jamás.
Si somos un chico o chica buscando el amor de nuestros sueños, con un sueldo normal, mejor olvidarnos de ese sueño. Si no somos capaces de preparar una cena digna, pues un chico que cocina como dios manda, da tantos puntos como ser alto, y si eres una chica que cocina, los chicos suelen ser bastantes “simples” y enamorarlos por el estómago es una herramienta muy eficaz.
Como le digo a mi amigo Alfonso y a mi amiga Berni, aprende a cocinar o chefear, si queréis conservar a las amistades o encontrar una pareja estable, jejeje.
Sin ser unos genios de la cocina, en un par de horas podemos prepara unas cenas casi gourmet, que de paso llenará nuestro frigorífico para dos o tres días. Esto es más sencillo de lo que parece, primero es tener unos condimentos básicos que duran meses, luego comprar con un día de antelación, los productos frescos necesarios, y el día D, cocinar con un par de horas de antelación.
