Habrás visto que, si bien la sociedad ha ido evolucionando en muchos aspectos, la salud no es uno de ellos. Es un secreto a voces que hay cada vez más enfermedades, que cada vez más las personas nos enfermamos a edades muy tempranas, y lo podemos saber mirando las noticias, escuchando cuando nuestros amigos hablan. Es una sensación agria que tratamos de esconder de nuestra rutina para no preocuparnos demasiado por algo que todavía no nos toca.
La falta de salud no significa solamente enfermedad, sino tambien falta de energía para llevar una vida aceptable, normal, cumplir con nuestros objetivos y metas, sentir nuestro cuerpo vital y una mente clara.
Pongamos las cartas sobre la mesa, ¿es que tenemos que enfermarnos o sentirnos débiles para tomar contacto con esta realidad? Piensa en la siguiente hipotética situación:
Me encuentro con mi vecina que me dice: “Tengo a mi hijo Pedro que no se siente bien, le estamos haciendo exámenes con distintos especialistas y no encuentran la raíz de su malestar” (esta es una situación más habitual de lo que puedas imaginar). Y yo le contesto: “Espero que pronto encuentren la causa y que tu hijo se recupere lo antes posible”. Tras lo cual, continúo con mis tareas cotidianas y desaparece el asunto de mi mente.
Esta situación hipotética es de lo más usual, hasta que nos toca de cerca. A partir de entonces es como si nos movieran el piso o como si estuviéramos en el aire, una sensación de incomodidad tensa, lo que habíamos escuchado de otras personas, sus preocupaciones, sus miedos, ahora lo vemos en nosotros.
Esto ocurre cuando no asumimos la responsabilidad de mantener nuestro cuerpo en buen estado de salud, con energía, vigor, dinamismo. De repente la vida se hace corta y el organismo se deteriora. Hablando de responsabilidad, Paulo Coelho dice: “Puedes pasar la vida culpando al mundo, pero tus éxitos y tus derrotas son de tu entera responsabilidad”.
Después de tratar con muchas personas que decidieron tomar las riendas de su salud y de acompañarlas en su transición a una vida vegetariana y/o vegana, he podido comprobar que los cambios son extraordinarios:
En este libro aprenderás que una alimentación vegana te llenará de energía y aumentará años de salud a tu vida. Te enseñaré a planificar tus comidas, cómo funciona la pirámide de nutrición vegana, cómo veganizar tus comidas habituales para que la transición sea más realista. Tambien tendrás clara la diferencia entre un vegano y un vegetariano para que decidas por dónde empezar.
La falta de salud no significa solamente enfermedad, sino tambien falta de energía para llevar una vida aceptable, normal, cumplir con nuestros objetivos y metas, sentir nuestro cuerpo vital y una mente clara.
Pongamos las cartas sobre la mesa, ¿es que tenemos que enfermarnos o sentirnos débiles para tomar contacto con esta realidad? Piensa en la siguiente hipotética situación:
Me encuentro con mi vecina que me dice: “Tengo a mi hijo Pedro que no se siente bien, le estamos haciendo exámenes con distintos especialistas y no encuentran la raíz de su malestar” (esta es una situación más habitual de lo que puedas imaginar). Y yo le contesto: “Espero que pronto encuentren la causa y que tu hijo se recupere lo antes posible”. Tras lo cual, continúo con mis tareas cotidianas y desaparece el asunto de mi mente.
Esta situación hipotética es de lo más usual, hasta que nos toca de cerca. A partir de entonces es como si nos movieran el piso o como si estuviéramos en el aire, una sensación de incomodidad tensa, lo que habíamos escuchado de otras personas, sus preocupaciones, sus miedos, ahora lo vemos en nosotros.
Esto ocurre cuando no asumimos la responsabilidad de mantener nuestro cuerpo en buen estado de salud, con energía, vigor, dinamismo. De repente la vida se hace corta y el organismo se deteriora. Hablando de responsabilidad, Paulo Coelho dice: “Puedes pasar la vida culpando al mundo, pero tus éxitos y tus derrotas son de tu entera responsabilidad”.
Después de tratar con muchas personas que decidieron tomar las riendas de su salud y de acompañarlas en su transición a una vida vegetariana y/o vegana, he podido comprobar que los cambios son extraordinarios:
- Empieza a haber brillo en sus ojos
- Son más activos y enérgicos
- Disfrutan más de sus comidas porque el sentido del sabor mejora claramente
- Puedes percibir la felicidad que los inunda cuando hablan
- Se les rejuvenece la piel, que se hace más brillante y deslumbrante
- El cabello es más fuerte y voluminoso
- Presumen de sonrisa amplia y sana
- Empiezan a hacer deporte porque sus cuerpos lo piden
- Ya no temen ir al baño porque han vencido a los trastornos gastrointestinales
En este libro aprenderás que una alimentación vegana te llenará de energía y aumentará años de salud a tu vida. Te enseñaré a planificar tus comidas, cómo funciona la pirámide de nutrición vegana, cómo veganizar tus comidas habituales para que la transición sea más realista. Tambien tendrás clara la diferencia entre un vegano y un vegetariano para que decidas por dónde empezar.