El presente volumen es parte del proceso hacia la culminación del proyecto “Árboles de Costa Rica”, que busca mejorar la identificación, el estudio y la conservación del elemento principal de nuestros ecosistemas forestales, los árboles.
En este volumen se incluyen familias de gran importancia en los bosques costarricenses, por la abundancia y diversidad de especies o por la dominancia de individuos de algunas especies que juegan un papel importante en el dosel, tales como Fagaceae, Flacourtiaceae, Humiraceae, Lauraceae y Lecythidaceae.
Entre las familias más diversas y complejas tratadas en este cuarto volumen está Lauraceae, de la cual se incluyen 124 especies, lo que representa el 85% de las especies totales de la familia conocidas en el país (146). Las demás especies no se incluyeron ya que se requiere más estudio taxonómico y material de herbario para poder hacer las ilustraciones.
A las especies de Lauraceae se les llama comúnmente aguacatillos y la mayoría se encuentra en elevaciones medias a bajas y algunas tienen una abundancia significativa en bosques montanos. Los géneros más diversos son Ocotea, con 57 especies (50 incluidas en este volumen); seguido por Nectandra, con 16 (todas incluidas) y Persea, con 15 (14 incluidas). Lauraceae también se caracteriza por ser una de las familias de árboles con gran cantidad de especies endémicas (alrededor de 50 para Costa Rica, 31 de las cuales se tratan en este volumen).
Sólo el 16% de las especies (39) tratadas en este volumen son endémicas de Costa Rica, el resto tiene una distribución amplia en Mesomérica o el neotrópico y unas pocas con una distribución más localizada regionalmente, ya sea entre Costa Rica y Nicaragua o Costa Rica y Panamá. Lo anterior demuestra que esta publicación será también de utilidad para toda la región centroamericana.
Es importante mencionar que esta obra incluye no solo árboles de tamaño gigante, de hasta 50 m de altura, como Ocotea stenoneura, Lecythis ampla y Couratari scottmori, sino también varias especies arbustivas o de porte pequeño de géneros como Buddleja, Malpighia o Xylosma. La designación del tamaño de los árboles (pequeño, mediano, grande, muy grande y gigante) sigue la que se propuso en el volumen I (véase, Holdridge y Poveda 1975).
En este volumen se incluyen familias de gran importancia en los bosques costarricenses, por la abundancia y diversidad de especies o por la dominancia de individuos de algunas especies que juegan un papel importante en el dosel, tales como Fagaceae, Flacourtiaceae, Humiraceae, Lauraceae y Lecythidaceae.
Entre las familias más diversas y complejas tratadas en este cuarto volumen está Lauraceae, de la cual se incluyen 124 especies, lo que representa el 85% de las especies totales de la familia conocidas en el país (146). Las demás especies no se incluyeron ya que se requiere más estudio taxonómico y material de herbario para poder hacer las ilustraciones.
A las especies de Lauraceae se les llama comúnmente aguacatillos y la mayoría se encuentra en elevaciones medias a bajas y algunas tienen una abundancia significativa en bosques montanos. Los géneros más diversos son Ocotea, con 57 especies (50 incluidas en este volumen); seguido por Nectandra, con 16 (todas incluidas) y Persea, con 15 (14 incluidas). Lauraceae también se caracteriza por ser una de las familias de árboles con gran cantidad de especies endémicas (alrededor de 50 para Costa Rica, 31 de las cuales se tratan en este volumen).
Sólo el 16% de las especies (39) tratadas en este volumen son endémicas de Costa Rica, el resto tiene una distribución amplia en Mesomérica o el neotrópico y unas pocas con una distribución más localizada regionalmente, ya sea entre Costa Rica y Nicaragua o Costa Rica y Panamá. Lo anterior demuestra que esta publicación será también de utilidad para toda la región centroamericana.
Es importante mencionar que esta obra incluye no solo árboles de tamaño gigante, de hasta 50 m de altura, como Ocotea stenoneura, Lecythis ampla y Couratari scottmori, sino también varias especies arbustivas o de porte pequeño de géneros como Buddleja, Malpighia o Xylosma. La designación del tamaño de los árboles (pequeño, mediano, grande, muy grande y gigante) sigue la que se propuso en el volumen I (véase, Holdridge y Poveda 1975).