Gracias a este libro, los niños pueden adquirir familiaridad con la escuela desde su primera infancia.
Si se convencen de que la escuela es divertida, estudiarán y harán los deberes de buena gana y aprenderán rápidamente y espontáneamente.
Si se convencen de que algo es fácil, desarrollarán amor propio y confianza en sus capacidades.
Por eso, las palabras “fácil” y “divertido” son repetidas a menudo en el libro (por ejemplo: “¡Pintemos! ¡Es fácil y divertido!”).
¡Que os divirtáis!
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