Los chicos siguen creciendo. Pasaron cinco años desde la última Guía
(inútil) para madres primerizas. A lo largo de este período, las autoras
estuvieron sometidas al vejamen diario de preparar una o dos viandas, a
relacionarse con gente con la que jamás se habrían relacionado, a tratar
con maestras, profesores y directivos, a preparar cartulinas sobre las
constelaciones, a conseguir campanitas, a responder si Rosas fue bueno o
malo, y a actuar de princesitas, lavanderas, sirenas y otros monstruos.
Este libro, como los dos anteriores, está plagado de datos inútiles y de
experiencias personales, pero también de información chequeada y
conversada con especialistas. Con una alta dosis de humor ácido, Ingrid
Beck y Paula Rodríguez nos pasean por la trepidante aventura de elegir
escuela. Intentan, sin éxito, dar respuestas a un abanico de
preocupaciones que va desde los tips para lidiar con las mamis del grado
hasta el bullying y las malas notas. Este anti-manual de autoayuda no
ofrece soluciones mágicas pero nos ayuda a no sentirnos tan solas en la
batalla escolar y a reírnos a carcajadas de ese deporte extremo que es
la maternidad.
(inútil) para madres primerizas. A lo largo de este período, las autoras
estuvieron sometidas al vejamen diario de preparar una o dos viandas, a
relacionarse con gente con la que jamás se habrían relacionado, a tratar
con maestras, profesores y directivos, a preparar cartulinas sobre las
constelaciones, a conseguir campanitas, a responder si Rosas fue bueno o
malo, y a actuar de princesitas, lavanderas, sirenas y otros monstruos.
Este libro, como los dos anteriores, está plagado de datos inútiles y de
experiencias personales, pero también de información chequeada y
conversada con especialistas. Con una alta dosis de humor ácido, Ingrid
Beck y Paula Rodríguez nos pasean por la trepidante aventura de elegir
escuela. Intentan, sin éxito, dar respuestas a un abanico de
preocupaciones que va desde los tips para lidiar con las mamis del grado
hasta el bullying y las malas notas. Este anti-manual de autoayuda no
ofrece soluciones mágicas pero nos ayuda a no sentirnos tan solas en la
batalla escolar y a reírnos a carcajadas de ese deporte extremo que es
la maternidad.