ORDO AMORIS. El orden del amor
Colección Edad Media
Antje conoce a Amber, su profesora de ciencias medievales y de la religión en Núremberg, entonces cobra sentido su vida y decide seguirla. En una etapa madura escribe la historia de su maestra, a la que venera como si fuera una madre. El "ordo amoris" se reconoce cuando hemos pasado por muchas experiencias de puntillas. Sin inducir al final la maestra le muestra una señal.
Novela de la Edad Media y su dogmática. Es un momento en que se dramatiza la Penitencia y la Ley es un estandarte de la Palabra. Se juega con la creencia y el deseo a través de la Ley, para inducir al gobierno de los hombres. Es un momento muy importante en la historia para descubrir una forma de persuasión psicológica y no violenta o salvaje de transmisión del poder.
La demonización de la mujer como bruja, su horror por la sexualidad, está presente en los textos eruditos de la época sobre la mística de los teólogos y glosadores eclesiásticos. Se juega con esta creencia.
El "ordo amoris" no es sino el "orden del amor", y éste se va conociendo por seducción o inducción, por señales y guías del conocimiento. No por imposición o arbitrariedad.
"(...) No fue casualidad que el peor periodo de la locura penitencial tras la caída de Roma fuera también el de mayor incultura. Pues quien quiere dominar la sexualidad permanentemente es permanentemente dominado por ella".
Colección Edad Media
Antje conoce a Amber, su profesora de ciencias medievales y de la religión en Núremberg, entonces cobra sentido su vida y decide seguirla. En una etapa madura escribe la historia de su maestra, a la que venera como si fuera una madre. El "ordo amoris" se reconoce cuando hemos pasado por muchas experiencias de puntillas. Sin inducir al final la maestra le muestra una señal.
Novela de la Edad Media y su dogmática. Es un momento en que se dramatiza la Penitencia y la Ley es un estandarte de la Palabra. Se juega con la creencia y el deseo a través de la Ley, para inducir al gobierno de los hombres. Es un momento muy importante en la historia para descubrir una forma de persuasión psicológica y no violenta o salvaje de transmisión del poder.
La demonización de la mujer como bruja, su horror por la sexualidad, está presente en los textos eruditos de la época sobre la mística de los teólogos y glosadores eclesiásticos. Se juega con esta creencia.
El "ordo amoris" no es sino el "orden del amor", y éste se va conociendo por seducción o inducción, por señales y guías del conocimiento. No por imposición o arbitrariedad.
"(...) No fue casualidad que el peor periodo de la locura penitencial tras la caída de Roma fuera también el de mayor incultura. Pues quien quiere dominar la sexualidad permanentemente es permanentemente dominado por ella".