Esta es la segunda narración de la serie “¿Qué es la Filosofía?”.
Este cuento se titula “Platón y los Pitagóricos”.
Yo quería escribir algo sobre Platón porque sus diálogos fueron los mejores episodios de literatura filosófica de toda la antigüedad. Admiro a Platón tanto más como escritor que como filósofo, que también, por supuesto.
Pensé que escribir como lo hacía él sería divertido. He intentado algo de eso pero, creo, que me faltan luces y paciencia. Es imposible imitarlo y, pronto, me di cuenta y desistí.
Imaginé una relación entre él y un pitagórico y recordé de su biografía la amistad que mantuvo con Arquitas de Tarento.
Cuando rebusqué en su biografía sobre esta relación, me percaté de la indecisión de veracidad biográfica en muchos de sus puntos, aunque la amistad y la convivencia parecen haberse dado con bastante certeza.
También Tarento fue la ciudad del escenario del encuentro y algunos de los personajes que aparecen en esta historia son, ciertamente, reales. Otros, por el contrario, inventados.
Aún así, considero que el resultado es el de una historia bastante fiel y que he rebozado de filosofía platónica y pitagórica para que el lector pueda aprender mientras se deleita con su lectura.
Al final, como siempre, las notas que aparecen en la narración hacen referencia a actividades escolares pensando en mis alumnos de bachillerato y segundo ciclo de secundaria.
Si cualquier lector quiere realizar los ejercicios, no hay problema. Me envía las soluciones a mis páginas en redes sociales y se las corrijo. Ahora, si suspendo a alguien, que no se queje o me haga una mala reseña por venganza.
Respecto a las habas, tan importantes en esta historia, prometo una receta de cocina con esta leguminosa a quien me escriba que le ha gustado la narración.
Este cuento se titula “Platón y los Pitagóricos”.
Yo quería escribir algo sobre Platón porque sus diálogos fueron los mejores episodios de literatura filosófica de toda la antigüedad. Admiro a Platón tanto más como escritor que como filósofo, que también, por supuesto.
Pensé que escribir como lo hacía él sería divertido. He intentado algo de eso pero, creo, que me faltan luces y paciencia. Es imposible imitarlo y, pronto, me di cuenta y desistí.
Imaginé una relación entre él y un pitagórico y recordé de su biografía la amistad que mantuvo con Arquitas de Tarento.
Cuando rebusqué en su biografía sobre esta relación, me percaté de la indecisión de veracidad biográfica en muchos de sus puntos, aunque la amistad y la convivencia parecen haberse dado con bastante certeza.
También Tarento fue la ciudad del escenario del encuentro y algunos de los personajes que aparecen en esta historia son, ciertamente, reales. Otros, por el contrario, inventados.
Aún así, considero que el resultado es el de una historia bastante fiel y que he rebozado de filosofía platónica y pitagórica para que el lector pueda aprender mientras se deleita con su lectura.
Al final, como siempre, las notas que aparecen en la narración hacen referencia a actividades escolares pensando en mis alumnos de bachillerato y segundo ciclo de secundaria.
Si cualquier lector quiere realizar los ejercicios, no hay problema. Me envía las soluciones a mis páginas en redes sociales y se las corrijo. Ahora, si suspendo a alguien, que no se queje o me haga una mala reseña por venganza.
Respecto a las habas, tan importantes en esta historia, prometo una receta de cocina con esta leguminosa a quien me escriba que le ha gustado la narración.