Edición facsímil, con las ilustraciones originales, del cuento que el Padre Luis Coloma escribió en 1894 cuando al entonces aún niño Alfonso XIII se le cayó un diente. Tras su publicación en 1911 como obra independiente, el relato pasó a formar parte de la mitología infantil al describir de un modo tierno y aleccionador cómo el ratoncillo Pérez, después de sortear las amenazas de los gatos acechantes, logra mostrar al Rey Buby (apodo con que la Reina María Cristina llamaba a su hijo) las miserias de la pobreza y hacerle ver cómo en el fondo todos los seres humanos somos iguales. El ratoncito Pérez es de los pocos personajes de ficción que tiene residencia conocida y visitable: la entonces famosa confitería Prast, en el número ocho de la calle del Arenal, a unos cien metros del Palacio Real, donde el 5 de enero de 2003 el Ayuntamiento de Madrid instaló una placa conmemorativa. Y todo ello sin olvidar que también sigue habitando en los sueños de los niños.
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