El libro se desarrolla en un total de veintitrés historias, cuentos y leyendas que, aunque mantienen una gran independencia, constituyen parte del nexo argumental de la obra completa.
Se narra al principio el nacimiento de Mënna, la Diosa, por un extraordinario acto volitivo, y la creación de las cinco esencias: Ser, Espíritu, Energía, Magia y Materia. Se relata luego la creación de los parajes celestiales, los universos y mundos, y los Nyrn, o espíritus celestes, para continuar con la creación de la estirpe humana en la tierra de aquende y la de las criaturas fantásticas en la tierra de allende (hadas, dragones blancos y rojos, enanos y otras muchas), que permanecen dormidas en tal mundo hasta que se abra por fin el Portal de los Reinos, que es el único punto de unión entre los mundos.
Pero un gran mal ajeno a la Diosa, nacido a sus espaldas, busca lo que haya detrás del portal para tomar posesión de ello. Empleando elaborados subterfugios, mezquinos argumentos y una alta magia de confusión, logra por fin abrir el portal, accediendo al interior del mágico mundo y alterando su existencia, al forzar el despertar de todas las criaturas fantásticas y conturbar sus devenires.
Relatan entonces las leyendas la creación de cada una de las estirpes del mundo de allende y sus hechos más relevantes, en los que grandes tragedias les acontecen a a las hadas, extenuantes trabajos para ganarse su derecho a la vida a los enanos, o tortuosas tergiversaciones de la realidad de los mundos, como los grandes dragones rojos, que se creen dioses. Al fin de cada cuento, una historia paralela surge entre Bella y Galante, los narradores, que portan una gran melancolía al ser las únicas criaturas de sus respectivas estirpes que están desemparejadas.
También se da detalle en el libro de la creación de las criaturas malignas, bastardeadas por el enemigo a partir de las que viven en el mundo mágico. Termina el libro con la narración del amor de Bella y Galante, que resulta inmortal.
Muchos de los personajes de estos cuentos y leyendas, incluyendo a los hijos de Bella y Galante serán actores esenciales en los consiguientes libros; algunos de ellos portando en sus cuerpos una de las runas de la Diosa que representan a las cinco esencias, con propósitos que se irán descubriendo a lo largo de la obra.
Se narra al principio el nacimiento de Mënna, la Diosa, por un extraordinario acto volitivo, y la creación de las cinco esencias: Ser, Espíritu, Energía, Magia y Materia. Se relata luego la creación de los parajes celestiales, los universos y mundos, y los Nyrn, o espíritus celestes, para continuar con la creación de la estirpe humana en la tierra de aquende y la de las criaturas fantásticas en la tierra de allende (hadas, dragones blancos y rojos, enanos y otras muchas), que permanecen dormidas en tal mundo hasta que se abra por fin el Portal de los Reinos, que es el único punto de unión entre los mundos.
Pero un gran mal ajeno a la Diosa, nacido a sus espaldas, busca lo que haya detrás del portal para tomar posesión de ello. Empleando elaborados subterfugios, mezquinos argumentos y una alta magia de confusión, logra por fin abrir el portal, accediendo al interior del mágico mundo y alterando su existencia, al forzar el despertar de todas las criaturas fantásticas y conturbar sus devenires.
Relatan entonces las leyendas la creación de cada una de las estirpes del mundo de allende y sus hechos más relevantes, en los que grandes tragedias les acontecen a a las hadas, extenuantes trabajos para ganarse su derecho a la vida a los enanos, o tortuosas tergiversaciones de la realidad de los mundos, como los grandes dragones rojos, que se creen dioses. Al fin de cada cuento, una historia paralela surge entre Bella y Galante, los narradores, que portan una gran melancolía al ser las únicas criaturas de sus respectivas estirpes que están desemparejadas.
También se da detalle en el libro de la creación de las criaturas malignas, bastardeadas por el enemigo a partir de las que viven en el mundo mágico. Termina el libro con la narración del amor de Bella y Galante, que resulta inmortal.
Muchos de los personajes de estos cuentos y leyendas, incluyendo a los hijos de Bella y Galante serán actores esenciales en los consiguientes libros; algunos de ellos portando en sus cuerpos una de las runas de la Diosa que representan a las cinco esencias, con propósitos que se irán descubriendo a lo largo de la obra.