Pablo miraba sus muñecos desde su cama. Todos eran muy bonitos y graciosos pero eran muy vagos, si él no los movía se quedaban quietos en sus lugares y dormían todo el día. Suerte que sus papás y sus abuelitos le explicaban cuentos y le cantaban nanas que le hacían tener lindos sueños.
Un día fue Pablo quien les contó un cuento a ellos, había aprendido mucho en la escuela y estaba bien preparado, incluso puso sus dibujos en algunas páginas para animar mejor la historia…
Este es un cuento solidario para:
Todos los niños y niñas del mundo que no tienen juguetes.
Gracias por adquirirlo.
Un día fue Pablo quien les contó un cuento a ellos, había aprendido mucho en la escuela y estaba bien preparado, incluso puso sus dibujos en algunas páginas para animar mejor la historia…
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