«Jack el asesino» de Óscar Ordóñez Gallego, autor de otros libros de relatos cortos «Relatos cortos: un poco de todo (amarillo)» «Relatos cortos: un poco de todo (azul)» «París es una fiesta» Y de la novela «Esa Noche De Verano»
Relato corto sobre la vuelta a la actividad de Jack el asesino.
«Jack el asesino»
Hola me llamo Jack y soy un asesino. No soy Jack el destripador. Soy simplemente Jack. Jack el asesino. Así me conocían cuando, durante una época, mis asesinatos ocuparon todas y cada una de las portadas en la prensa. Cuando la policía, la Interpol, y cualquier otra entidad que vigile y se preocupe por la seguridad de los ciudadanos, me buscaba.
Llegué a ser el hombre más buscado. Aquel al que todos temían y el que, casi todas las semanas, salía en la prensa porque había cometido un nuevo asesinato. Nunca lograron atraparme, y por eso me hice famoso.
Al principio asesinaba por placer. Después alquilé mis servicios al mejor postor. Solo había una regla: yo decidía cómo finalizaría el trabajo.
Después, pasados diez años, me retiré. Siempre pensé que era mejor pasar a ser leyenda. Cometí más de trescientos asesinatos, y dejé mi firma en todos ellos. Firmaba todos y cada uno mis trabajos. Ya fuera con una nota, marcándolo a fuego, o con un cuchillo sobre la piel de mis víctimas. Fuera como fuese, cuando encontraban el cadáver siempre iba acompañado de la misma frase: “saludos de Jack el asesino”.
He decidido volver a la primera línea y revolucionar de nuevo las portadas de los periódicos e incendiar la red de las redes.
Solo hay un problema. Que ya no tengo inspiración. Ya no hay ninguna forma de matar que me llame la atención. Sin embargo, no puedo evitar volver.
De manera que hace unos días decidí utilizar la red, utilizar este blog y alquilar mis servicios desde aquí. No tienes que pagarme, lo hago por amor al arte.
Relato corto sobre la vuelta a la actividad de Jack el asesino.
«Jack el asesino»
Hola me llamo Jack y soy un asesino. No soy Jack el destripador. Soy simplemente Jack. Jack el asesino. Así me conocían cuando, durante una época, mis asesinatos ocuparon todas y cada una de las portadas en la prensa. Cuando la policía, la Interpol, y cualquier otra entidad que vigile y se preocupe por la seguridad de los ciudadanos, me buscaba.
Llegué a ser el hombre más buscado. Aquel al que todos temían y el que, casi todas las semanas, salía en la prensa porque había cometido un nuevo asesinato. Nunca lograron atraparme, y por eso me hice famoso.
Al principio asesinaba por placer. Después alquilé mis servicios al mejor postor. Solo había una regla: yo decidía cómo finalizaría el trabajo.
Después, pasados diez años, me retiré. Siempre pensé que era mejor pasar a ser leyenda. Cometí más de trescientos asesinatos, y dejé mi firma en todos ellos. Firmaba todos y cada uno mis trabajos. Ya fuera con una nota, marcándolo a fuego, o con un cuchillo sobre la piel de mis víctimas. Fuera como fuese, cuando encontraban el cadáver siempre iba acompañado de la misma frase: “saludos de Jack el asesino”.
He decidido volver a la primera línea y revolucionar de nuevo las portadas de los periódicos e incendiar la red de las redes.
Solo hay un problema. Que ya no tengo inspiración. Ya no hay ninguna forma de matar que me llame la atención. Sin embargo, no puedo evitar volver.
De manera que hace unos días decidí utilizar la red, utilizar este blog y alquilar mis servicios desde aquí. No tienes que pagarme, lo hago por amor al arte.
