Hermanos

Nadie nace sabiendo vincularse con el otro, se aprende en el hogar a través del ejemplo que los adultos brindan a los pequeños. La interacción que se establece con los hermanos está estrechamente vinculada a la relación que mantienen estos con sus padres. Por este motivo es necesario establecer vínculos sanos donde se privilegie la expresión de los afectos y la cooperación entre hermanos. Los hermanos, como la familia, no se eligen. Lo que podemos elegir es cómo llevarnos con ellos, a pesar de la competencia y celos que salpican dicho vínculo.
Es en la relación con nuestros hermanos donde desarrollamos nuestras técnicas de competencia, socialización y posicionamiento frente a los otros. Los hermanos son nuestros entrenadores, el hermano discapacitado pone en práctica tu capacidad de encontrar un sentido a la dificultad, el medio hermano o el hermanastro te  hace utilizar tu capacidad de sostener las tensiones y llegar a posibles acuerdos, a no reaccionar ante los problemas familiares. Los mellizos y gemelos te ayudarán a encontrar un sentido para diferenciarte como persona con amor y aceptación. Todos los hermanos ayudan a desarrollar distintas habilidades. Aprovechar esa oportunidad de crecimiento depende de cada persona en particular.
Este libro está destinado a todos los padres que se encuentran en el proceso de crianza de sus hijos, para que puedan afrontar las dificultades de cada vínculo familiar, pero también, está orientado a las personas adultas, para que puedan entender cómo las relaciones con sus hermanos influyeron en sus vidas.