Calle Porvenir reúne la poesía inédita hasta la fecha de Iván García (Valencia, 1979). Los poemas transcurren entre las páginas cercando su estilo y morfología para atrapar finalmente su propia voz, donde todo parece encajar en una suerte de verso continuo que se apoya constantemente en la línea anterior y posterior, significando siempre varias veces. Impulsando el comienzo de cada verso con mayúscula versal, algo inusual en la poesía castellana contemporánea pero que enfatiza el significado aislado de cada verso al margen del sentido global.De entre un heterogéneo espectro de influencias, se intuyen Rilke y Szymborska. Gelman, Girondo o Benedetti. Pero sobre todo acuden las luces y sombras de Alejandra Pizarnik o las también malogradas Sylvia Plath y Anne Sexton. Sin embargo, Calle Porvenir continúa muchas líneas que ahonda y abandona, es por ello que resulta nuevo, magnético y contemporáneo. Despliega un lenguaje que acerca y no empalaga. Generacional pero atemporal, personal pero no privado, aún así parece estar lleno de secretos. Sin duda, un motivo más para regresar en varias lecturas.“Motorista” o “Chico nuevo” condensan pequeñas historias, “Matrioska” implosiona en un desenlace de thriller. Quizás la excepción sea el anárquico y extraordinario “Los Auténticos”, donde cada verso consigue romperse en el lugar adecuado, recuerda las formas de la Beat Generation y produce la impresión de estar leyendo Jazz. Los poemas recopilados parecen trazar un camino y se enfrentan a la muerte o a la ausencia con idéntica destreza que a la luz y al optimismo. Desembocan en un muro de destino y salvación.
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