La FIU (Florida International University) había creado un departamento para el estudio de la arqueología.
Grupos Filantrópicos contribuían con grandes cantidades de dinero, lo que permitía que estos se pudieran mover a diferentes partes del mundo, para estudiar con los mejores arqueólogos existentes en este momento histórico.
La niña paso a ser una joven y luego se convirtió en una señorita que seguía ocultando su cabellera rubia con un tinte negro, esto en combinación con el dorado de su piel le permitía pasar desapercibida al usar la ropa ancestral de los lugares donde residía.
Aunque la discriminación hacia la mujer en estos pueblos era sumamente estricta, ella podía disfrazarse de tal manera que ocultaba de forma magistral toda su feminidad.
Las artes marciales le habían sido enseñada por el jefe de la protección personal de ella, así como el uso de muchas armas de fuego.
A los 18 años había pasado la escuela militar en Israel, donde sabiendo de quien era hija, su desarrollo fue de forma tan especial, que solo entraban en aquella escuela, los futuros agentes del Mossad.
El hombre calvo de unos sesenta años que corría al lado de la jovencita, demostraba que su cuerpo estaba acostumbrado al ejercicio diario, su respiración mantenía un ritmo armonioso y la joven se sentía segura al saber que él estaba allí para dar su vida por ella.
Durante 22 años, la muchacha había estado al lado de este hombre el cual había sido el encargado de su protección física así como de mantenerla a ella en forma tal que se podía decir que era imposible de vencer en una lucha cuerpo a cuerpo.
Las artes marciales y las armas de fuego eran de su entero dominio, había vivido toda su vida moviéndose de un país a otro, por lo que podía dominar varios idiomas y algunos dialectos.
Ella podía leer un libro escrito en un idioma desconocido y luego poder explicar con lujo de detalle todo lo que allí decía.
La arqueología era su gran pasión y había visitado los museos más famosos existentes en el mundo, sin embargo todo lo que había aprendido se lo debía a su tutor y guarda espalda, el cual tenía tantos conocimientos ocultos que siempre la sorprendía con algo nuevo.
El padre de ella era un hombre muy poderoso, su influencia era tal que podía ser recibido por el presidente de Estados Unidos, sin previa cita.
La muchacha sin dejar de sonreír le pregunta: > ¿Siempre vienes a correr aquí? -- nunca antes te habíamos visto y no pareces un turista,
El joven sacudió la cabeza para botar de su cabello las gotas de agua y paso una y otra vez sus manos por el pelo dándole con ese masaje un aumento al torrente sanguíneo.
La muchacha sin dejar de sonreír: > Veo que conoces la técnica para aumentar el torrente sanguíneo a tu cerebro, -- ¿Cómo lo aprendiste?
El joven extendió la mano para decirle: > Soy Hermes y estudio arqueología en la Universidad de aquí, para suerte del grupo nos llego un profesor nuevo el cual era un jesuita y este tiene tantos conocimientos entre ellos este que me has visto hacer.
Jack lo interrumpe para decirle: > ¿Qué estas estudiando?
Jack lo miro de tal forma que el joven dijo: > Siento como si me estuvieras mirando por dentro, al parecer crees que todo este encuentro a sido preparado, por lo visto los años de vida militar siguen dominando tu existencia.
La muchacha miro a Jack el cual cambio la forma de mirar y dejo ver en sus labios una sonrisa, entonces ella volvió su rostro para quedar frente al llamado Hermes.
El joven entonces pudo ver el mismo tipo de mirada que penetraba toda su existencia en los ojos de ella y para asombro de ellos este le demostró que también conocía esa técnica.
La muchacha cuando termino de hacer un recorrido mental por aquel joven llamado Hermes, se volvió hacia Jack que estaba esperando el resultado de todo el análisis y dijo: > Por lo visto todo lo que nos has dicho es cierto, aunque en el registro que te acabo de hacer he descubierto que eres un gran psíquico.
Grupos Filantrópicos contribuían con grandes cantidades de dinero, lo que permitía que estos se pudieran mover a diferentes partes del mundo, para estudiar con los mejores arqueólogos existentes en este momento histórico.
La niña paso a ser una joven y luego se convirtió en una señorita que seguía ocultando su cabellera rubia con un tinte negro, esto en combinación con el dorado de su piel le permitía pasar desapercibida al usar la ropa ancestral de los lugares donde residía.
Aunque la discriminación hacia la mujer en estos pueblos era sumamente estricta, ella podía disfrazarse de tal manera que ocultaba de forma magistral toda su feminidad.
Las artes marciales le habían sido enseñada por el jefe de la protección personal de ella, así como el uso de muchas armas de fuego.
A los 18 años había pasado la escuela militar en Israel, donde sabiendo de quien era hija, su desarrollo fue de forma tan especial, que solo entraban en aquella escuela, los futuros agentes del Mossad.
El hombre calvo de unos sesenta años que corría al lado de la jovencita, demostraba que su cuerpo estaba acostumbrado al ejercicio diario, su respiración mantenía un ritmo armonioso y la joven se sentía segura al saber que él estaba allí para dar su vida por ella.
Durante 22 años, la muchacha había estado al lado de este hombre el cual había sido el encargado de su protección física así como de mantenerla a ella en forma tal que se podía decir que era imposible de vencer en una lucha cuerpo a cuerpo.
Las artes marciales y las armas de fuego eran de su entero dominio, había vivido toda su vida moviéndose de un país a otro, por lo que podía dominar varios idiomas y algunos dialectos.
Ella podía leer un libro escrito en un idioma desconocido y luego poder explicar con lujo de detalle todo lo que allí decía.
La arqueología era su gran pasión y había visitado los museos más famosos existentes en el mundo, sin embargo todo lo que había aprendido se lo debía a su tutor y guarda espalda, el cual tenía tantos conocimientos ocultos que siempre la sorprendía con algo nuevo.
El padre de ella era un hombre muy poderoso, su influencia era tal que podía ser recibido por el presidente de Estados Unidos, sin previa cita.
La muchacha sin dejar de sonreír le pregunta: > ¿Siempre vienes a correr aquí? -- nunca antes te habíamos visto y no pareces un turista,
El joven sacudió la cabeza para botar de su cabello las gotas de agua y paso una y otra vez sus manos por el pelo dándole con ese masaje un aumento al torrente sanguíneo.
La muchacha sin dejar de sonreír: > Veo que conoces la técnica para aumentar el torrente sanguíneo a tu cerebro, -- ¿Cómo lo aprendiste?
El joven extendió la mano para decirle: > Soy Hermes y estudio arqueología en la Universidad de aquí, para suerte del grupo nos llego un profesor nuevo el cual era un jesuita y este tiene tantos conocimientos entre ellos este que me has visto hacer.
Jack lo interrumpe para decirle: > ¿Qué estas estudiando?
Jack lo miro de tal forma que el joven dijo: > Siento como si me estuvieras mirando por dentro, al parecer crees que todo este encuentro a sido preparado, por lo visto los años de vida militar siguen dominando tu existencia.
La muchacha miro a Jack el cual cambio la forma de mirar y dejo ver en sus labios una sonrisa, entonces ella volvió su rostro para quedar frente al llamado Hermes.
El joven entonces pudo ver el mismo tipo de mirada que penetraba toda su existencia en los ojos de ella y para asombro de ellos este le demostró que también conocía esa técnica.
La muchacha cuando termino de hacer un recorrido mental por aquel joven llamado Hermes, se volvió hacia Jack que estaba esperando el resultado de todo el análisis y dijo: > Por lo visto todo lo que nos has dicho es cierto, aunque en el registro que te acabo de hacer he descubierto que eres un gran psíquico.
