Este libro presenta una manera nueva de conceptualizar el conocimiento y sugiere una forma de observar el mundo a través de ella. Presenta la hipótesis que en el futuro cercano un nuevo tipo de conocimiento dominará la Web, especialmente en las máquinas digitales creadas por el hombre.
A este nuevo tipo de conocimiento lo llamamos ciberconocimiento; la suma de la inteligencia colectiva humana más las inferencias lógicas realizadas por los programas en la Web. El ciberconocimiento debe descubrirse, extraerse, refinarse, y distribuirse. Parecido al petróleo: no lo producimos pero lo usamos.
Este ciberConocimiento se creará usando el conocimiento humano como semilla, pero crecerá automáticamente y sin la necesidad del saber humano; es necesario descubrirlo, gestionarlo, refinarlo, y distribuirlo.
Se propone captar, investigar, entender, y administrar este ciberConocimiento. Las propuestas son apoyos científico-tecnológicos para gestionar la conclusión. La primera de ellas propone que estas actividades deben llevarse a cabo desde la Academia de las Ciencias del Conocimiento. La academia tendrá tres líneas de acción: investigará el conocimiento incluyendo el ciberConocimiento, enseñará las nuevas ciencias y tecnologías necesarias para descubrir y gestionar el conocimiento nuevo, y mantendrá el esfuerzo de investigación en una plataforma computacional en tiempo real que estará disponible a los interesados.
La segunda propuesta se ocupa del desarrollo de la plataforma computacional K.I.P.U. o Knowledge Integration Processing Unit, como un ente separado y propone las áreas de las que debe constar en un inicio.
Este libro habla del presente y el futuro, pero no es futurista ni especulativo. Extrapola de la realidad e incluye los avances científico-tecnológicos recientes y los proyecta en el tiempo. Informa sobre las consecuencias de no estar alertas y preparados en las ciencias del conocimiento y de la información que deberíamos entender y dominar para no quedarnos atrás en la sociedad del conocimiento.
A este nuevo tipo de conocimiento lo llamamos ciberconocimiento; la suma de la inteligencia colectiva humana más las inferencias lógicas realizadas por los programas en la Web. El ciberconocimiento debe descubrirse, extraerse, refinarse, y distribuirse. Parecido al petróleo: no lo producimos pero lo usamos.
Este ciberConocimiento se creará usando el conocimiento humano como semilla, pero crecerá automáticamente y sin la necesidad del saber humano; es necesario descubrirlo, gestionarlo, refinarlo, y distribuirlo.
Se propone captar, investigar, entender, y administrar este ciberConocimiento. Las propuestas son apoyos científico-tecnológicos para gestionar la conclusión. La primera de ellas propone que estas actividades deben llevarse a cabo desde la Academia de las Ciencias del Conocimiento. La academia tendrá tres líneas de acción: investigará el conocimiento incluyendo el ciberConocimiento, enseñará las nuevas ciencias y tecnologías necesarias para descubrir y gestionar el conocimiento nuevo, y mantendrá el esfuerzo de investigación en una plataforma computacional en tiempo real que estará disponible a los interesados.
La segunda propuesta se ocupa del desarrollo de la plataforma computacional K.I.P.U. o Knowledge Integration Processing Unit, como un ente separado y propone las áreas de las que debe constar en un inicio.
Este libro habla del presente y el futuro, pero no es futurista ni especulativo. Extrapola de la realidad e incluye los avances científico-tecnológicos recientes y los proyecta en el tiempo. Informa sobre las consecuencias de no estar alertas y preparados en las ciencias del conocimiento y de la información que deberíamos entender y dominar para no quedarnos atrás en la sociedad del conocimiento.