Seminar paper del año 2011 en eltema Romanística - Español, literatura, cultura general, Nota: 1,0, Universidad de Sevilla (Departamento de Lengua Española, Lingüística y Teoría de la Literatura), Materia: Análisis del Discurso y Pragmática del Español, Idioma: Español, Resumen: En 1848 Karl Marx y Friedrich Engels formularon un llamamiento que haría tambalear las bases del panorama y de la atmósfera política en Europa y en todo el mundo: “¡Proletarios de todos los países, uníos!” (MARX/ENGELS 2005: 188).
Hoy, todavía sentimos la fuerza y el alcance humanista de estas palabras con las que los dos autores alemanes cerraron su Manifiesto del Partido Comunista. Éste se convirtió en uno de los documentos más revolucionarios e incisivos de la historia. Además el texto aportó mucho en la evolución de las expresiones (textuales o no) que hoy solemos llamar ‘manifiestos’. De tal modo que incluso se ha vuelto común referirse a dicha obra simplemente como El Manifiesto. Lo fundamental de estas observaciones para nosotros, pues, es precisamente el hecho que existan textos etiquetados como ‘manifiestos’ que pueden desarrollar un efecto excepcional en sus lectores y en la sociedad entera. Es por eso, por lo que nos llama la atención este ‘género’ discursivo. De ahí, que se nos plantea la cuestión de la clasificación y del funcionamiento de estos textos. ¿Cuáles son sus objetivos?, ¿con qué estrategias tratan de conseguirlos? y ¿cómo se reflejan en su realización lingüística?
Intentaremos, entonces, acercarnos a la respuesta de tales preguntas analizando dos presuntos discursos manifestarios del último siglo: El Manifiesto del Futurismo (1909), publicado por el italiano Filippo Tommaso Marinetti, así como el prólogo de la novela El reino de este mundo (1949) del escritor cubano Alejo Carpentier.
Puesto que existe ya, una multitud de estudios sobre estos textos ocupándose de aclarar sus posturas artísticas y los discursos correspondientes, nosotros queremos tomar como base de nuestro trabajo un enfoque más lingüístico e interno. No obstante, la comprensión de que una examinación meramente lingüística (en el sentido Saussuriano) no garantizara el entendimiento profundo de un texto, nos llevará a adoptar una perspectiva que quiere considerar niveles tanto intralingüísticos como extralingüísticos, para así obtener un mayor conocimiento sobre las funciones, metas y estrategias de los textos escogidos y de los manifiestos en general.
Hoy, todavía sentimos la fuerza y el alcance humanista de estas palabras con las que los dos autores alemanes cerraron su Manifiesto del Partido Comunista. Éste se convirtió en uno de los documentos más revolucionarios e incisivos de la historia. Además el texto aportó mucho en la evolución de las expresiones (textuales o no) que hoy solemos llamar ‘manifiestos’. De tal modo que incluso se ha vuelto común referirse a dicha obra simplemente como El Manifiesto. Lo fundamental de estas observaciones para nosotros, pues, es precisamente el hecho que existan textos etiquetados como ‘manifiestos’ que pueden desarrollar un efecto excepcional en sus lectores y en la sociedad entera. Es por eso, por lo que nos llama la atención este ‘género’ discursivo. De ahí, que se nos plantea la cuestión de la clasificación y del funcionamiento de estos textos. ¿Cuáles son sus objetivos?, ¿con qué estrategias tratan de conseguirlos? y ¿cómo se reflejan en su realización lingüística?
Intentaremos, entonces, acercarnos a la respuesta de tales preguntas analizando dos presuntos discursos manifestarios del último siglo: El Manifiesto del Futurismo (1909), publicado por el italiano Filippo Tommaso Marinetti, así como el prólogo de la novela El reino de este mundo (1949) del escritor cubano Alejo Carpentier.
Puesto que existe ya, una multitud de estudios sobre estos textos ocupándose de aclarar sus posturas artísticas y los discursos correspondientes, nosotros queremos tomar como base de nuestro trabajo un enfoque más lingüístico e interno. No obstante, la comprensión de que una examinación meramente lingüística (en el sentido Saussuriano) no garantizara el entendimiento profundo de un texto, nos llevará a adoptar una perspectiva que quiere considerar niveles tanto intralingüísticos como extralingüísticos, para así obtener un mayor conocimiento sobre las funciones, metas y estrategias de los textos escogidos y de los manifiestos en general.