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Gran Ajaw, Corazón del Cielo, Corazón de la Tierra, les saludamos con un
buenos días, buenas tardes y buenas noches a cada uno de ustedes. Preciosas
niñas, preciosos niños, les agradecemos la oportunidad de entrar a sus casas
y decirles unas dos, tres palabras.
Observen bien niñas y niños, somos diversos en nuestra Madre Tierra, habemos
grandes y pequeños entre todas las criaturas de Ajaw. Algunos de nosotros
vivimos en las aguas, otros vivimos sobre la tierra, otros debajo de la tierra y
otros vivimos y volamos en el aire. Habemos animales, hay hierbas, hay árboles,
hay piedras, también hay personas (humanos). Todos juntos estamos en un solo
hogar que es nuestra Madre Tierra. Es sumamente importante que nos cuidemos
unos a otros. Busquemos pues la vida digna y plena entre nosotros.
Todos somos diferentes. Quienes vivimos en el agua, pedimos favor, que no se
dañe ni contaminen las aguas, porque es nuestra casa y allí vivimos. Quienes
vivimos en el aire, ayúdennos, para que tampoco se dañe ni se contamine el
sagrado aire, porque es nuestra vida y nuestra casa. Quienes vivimos sobre la
tierra y debajo de la tierra, también pedimos el apoyo y la colaboración, para
que juntos cuidemos la Madre Tierra, solo así tendremos vida.
Nosotros los animales estamos hablando ahora, vemos que nuestra vida es
bella cuando hay diversidad, porque vean cómo cada uno tiene su propia
forma de vivir, también cada uno de nosotros tiene su propia misión que cumplir
en nuestra Madre Tierra.
Pedimos pues, un gran favor a las niñas y niños, para que empiecen a observar
nuestra forma de ser, para que así, comiencen a entender y comprender la
vida. Hay muchas dificultades que están sucediendo, porque ya no existen el
respeto ni el amor entre nosotros. Nosotros deseamos con todo nuestro corazón,
que regrese entre nosotros la permanente Plenitud de la Vida.
Un consejo sabio les damos entonces niñas y niños, para que observen la
forma de ser de cada uno de nosotros, para que así, comiencen a entender y
comprender su propia vida. Aprendamos a leer y comprender el lenguaje de
cada ser que existe. El respeto, el agradecimiento y el amor fundamentan una
vida mejor. Nosotros deseamos con todo nuestro corazón, que regrese y vuelva
a sentirse, la permanente Plenitud de la Vida.
Gran Ajaw, Corazón del Cielo, Corazón de la Tierra, les saludamos con un
buenos días, buenas tardes y buenas noches a cada uno de ustedes. Preciosas
niñas, preciosos niños, les agradecemos la oportunidad de entrar a sus casas
y decirles unas dos, tres palabras.
Observen bien niñas y niños, somos diversos en nuestra Madre Tierra, habemos
grandes y pequeños entre todas las criaturas de Ajaw. Algunos de nosotros
vivimos en las aguas, otros vivimos sobre la tierra, otros debajo de la tierra y
otros vivimos y volamos en el aire. Habemos animales, hay hierbas, hay árboles,
hay piedras, también hay personas (humanos). Todos juntos estamos en un solo
hogar que es nuestra Madre Tierra. Es sumamente importante que nos cuidemos
unos a otros. Busquemos pues la vida digna y plena entre nosotros.
Todos somos diferentes. Quienes vivimos en el agua, pedimos favor, que no se
dañe ni contaminen las aguas, porque es nuestra casa y allí vivimos. Quienes
vivimos en el aire, ayúdennos, para que tampoco se dañe ni se contamine el
sagrado aire, porque es nuestra vida y nuestra casa. Quienes vivimos sobre la
tierra y debajo de la tierra, también pedimos el apoyo y la colaboración, para
que juntos cuidemos la Madre Tierra, solo así tendremos vida.
Nosotros los animales estamos hablando ahora, vemos que nuestra vida es
bella cuando hay diversidad, porque vean cómo cada uno tiene su propia
forma de vivir, también cada uno de nosotros tiene su propia misión que cumplir
en nuestra Madre Tierra.
Pedimos pues, un gran favor a las niñas y niños, para que empiecen a observar
nuestra forma de ser, para que así, comiencen a entender y comprender la
vida. Hay muchas dificultades que están sucediendo, porque ya no existen el
respeto ni el amor entre nosotros. Nosotros deseamos con todo nuestro corazón,
que regrese entre nosotros la permanente Plenitud de la Vida.
Un consejo sabio les damos entonces niñas y niños, para que observen la
forma de ser de cada uno de nosotros, para que así, comiencen a entender y
comprender su propia vida. Aprendamos a leer y comprender el lenguaje de
cada ser que existe. El respeto, el agradecimiento y el amor fundamentan una
vida mejor. Nosotros deseamos con todo nuestro corazón, que regrese y vuelva
a sentirse, la permanente Plenitud de la Vida.