Hopenhayn se zambulle en librerías y bibliotecas en busca de peces dorados y nos entrega sus hallazgos, en la convicción de que la i ntimidad de la lectura es una experiencia más intensa y gozosa cuando se la puede compartir.
La lectura es una pasión que a menudo despierta otra: la de recomendar. Los frutos de esas dos tareas complementarias y felices se recogen en estos artículos que Silvia Hopenhayn ha publicado a lo largo de varios años en torno a libros de todo tipo: famosos y de largo recorrido así como poco difundidos y recién descubiertos.
La selección de obras obedece al "juego del amor y del azar" -como pregona Marivaux-: el amor por algunos autores, el azar de ciertas publicaciones: están los escritores argentinos -Gambaro, Puig, Aira, Bioy, Bellessi, Cohen o Borges-, los hispanoamericanos -Eltit, Rulfo, Vargas Llosa o Bolaño-; o los de otras lenguas -Coetzee, DeLillo, Nabokov, Pennac o Calvino-, y también algunos textos específicos sobre fantasmas y monstruosidades.
La lectura es una pasión que a menudo despierta otra: la de recomendar. Los frutos de esas dos tareas complementarias y felices se recogen en estos artículos que Silvia Hopenhayn ha publicado a lo largo de varios años en torno a libros de todo tipo: famosos y de largo recorrido así como poco difundidos y recién descubiertos.
La selección de obras obedece al "juego del amor y del azar" -como pregona Marivaux-: el amor por algunos autores, el azar de ciertas publicaciones: están los escritores argentinos -Gambaro, Puig, Aira, Bioy, Bellessi, Cohen o Borges-, los hispanoamericanos -Eltit, Rulfo, Vargas Llosa o Bolaño-; o los de otras lenguas -Coetzee, DeLillo, Nabokov, Pennac o Calvino-, y también algunos textos específicos sobre fantasmas y monstruosidades.